Durante el 2020, solo 727 maestros porteños pidieron licencias por el coronavirus, a diferencia de 45.900 que no las solicitaron. Además, los datos del ministerio de Educación porteño arrojan que el pico de docentes enfermos se dio entre agosto y septiembre. Esto visibiliza que no se vinculan el aumento de los contagios con el regreso a las aulas, ya que las clases presenciales comenzaron en octubre.

El pedido de licencias cayó entre octubre y diciembre, período en que los alumnos asistieron a las escuelas. La caída se relaciona directamente con la disminución de positivos que hubo en toda la Ciudad. De hecho, en diciembre se registró la menor cantidad de casos en el distrito liderado por Horacio Rodríguez Larreta.

El 12 de noviembre, Larreta y la ministra de Educación, Soledad Acuña asistieron a una escuela. Foto NA: Juan Cruz Corrado
El 12 de noviembre, Larreta y la ministra de Educación, Soledad Acuña asistieron a una escuela. Foto NA: Juan Cruz Corrado

Una encuesta que hizo el Gobierno porteño a los docentes sobre su participación en las actividades de revinculación concluyó que en el jardín de infantes asistió el 60% de los maestros, en primaria disminuyó al 43% y en la secundaria creció al 73%.

Las clases presenciales regresaron en octubre para los alumnos de sexto año de los colegios técnicos. Después volvieron a las escuelas primarias y secundarios los estudiantes de los últimos años. Hasta que en noviembre, los alumnos de todos los niveles dejaron las clases online para pasar a la presencialidad.

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La vuelta a clases en la Ciudad y el no aumento de los contagios se relacionan con el cumplimiento de los protocolos. Los mismos incluyen trabajar en burbujas. Esto implica que un maestro siempre le da clases hasta nueve alumnos, así se evita la vinculación con otro profesor.

Clases presenciales en un patio escolar. Foto NA
Clases presenciales en un patio escolar. Foto NA

En noviembre pasado, el Gobierno porteño anunció que las clases volverían el próximo 17 de febrero. El regreso a clases dependerá de la situación epidemiológica.

Organismos internacionales como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) están a favor del regreso a las clases presenciales. Por un lado, porque hay riesgo de que los niños terminen en una situación de vulnerabilidad y emocionalmente impactados.

Además, el Director para Europa de la OMS, Hans Kluge, aseguró que los niños y adolescentes no son impulsores principales de las infecciones y que el cierre de las escuelas no resulta efectivo para terminar con la pandemia.