Zabaleta recibió a los piqueteros: encuentros, desencuentros y la conflictividad sigue
La Unidad Piquetera pide la reapertura del Potenciar Trabajo y, producto de lo que consideran “indefiniciones”, continuarán con su plan de lucha.
El diálogo entre los movimientos sociales no afines al Gobierno y las autoridades del Ministerio de Desarrollo Social no es el mejor. Desde la llegada de Juan Zabaleta, tras la salida del ahora diputado nacional Daniel Arroyo, el exintendente de Hurlingham intentó apaciguar los reclamos de las organizaciones de izquierda sin éxito. Las movilizaciones y acampes en los últimos meses, producto de la crisis económica, fueron múltiples.
Acuerdos parciales
El 16 de marzo pasado, los piqueteros marcharon en todo el país y acamparon en el centro porteño durante la reunión del Consejo del Salario que definió el aumento escalonado del 45% para el haber mínimo, calificado de “insuficiente” por quienes llevaron sus pancartas a las calles en esa jornada. Pero además, los movimientos nucleados en la Unidad Piquetera (UP) exigían la reapertura de la inscripción a planes como el Potenciar Trabajo, que el Ministerio había decidido cerrar a comienzos de este año, y mayor asistencia alimentaria a comedores comunitarios.
Pasadas las 15 de este lunes, el ministro Zabaleta recibió a los representantes de la UP, en una reunión que duró casi dos horas y en la que también participaron el viceministro Gustavo Aguilera, el secretario de Economía Social Emilio Pérsico y el subsecretario Pablo País. Desde la cartera social afirmaron a El Canciller que se acordaron dos cosas: en primer lugar, un refuerzo para las políticas alimentarias a comedores y merenderos y, por otra parte, que las organizaciones presentarán un plan de actividades laborales para titulares del Potenciar Trabajo y el Ministerio financiará la compra de maquinarias, herramientas e insumos para la producción para fortalecer el trabajo en cooperativas. Para lo último no hay plazos establecidos, “pero será a la brevedad”.
Silvia Saravia, coordinadora de Barrios de Pie-Libres del Sur, se mostró disconforme con la respuesta obtenida. “No hubo ningún tipo de propuestas concretas. Patearon todo hacia adelante, como vienen haciendo en las reuniones que venimos teniendo”, planteó a este medio al finalizar el encuentro. “Esperábamos que hoy vinieran con algunas cuestiones claras y precisas, pero son todas indefiniciones”, agregó.
Además de Saravia, en la cumbre participaron representantes del Polo Obrero, MTR-Votamos Luchar, el CUBA-MTR-, el Bloque Piquetero Nacional, la Agrupación Armando Conciencia, la Organización 17 de Noviembre, el Movimiento Territorial (MTL-Rebelde), la Coordinadora por el Cambio Social, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el Movimiento por los Pueblos, el Movimiento de Unidad Latinoamericana, el MST Teresa Vive y fracciones del Frente Popular Darío Santillán (FPDS). Todos, agrupados en la UP, amenazaban con un nuevo acampe en las inmediaciones del edificio público si la respuesta no era la que esperaban. El reclamo central, que tenía que ver con la reapertura del Potenciar Trabajo, no fue atendido. “Con lo cual la continuidad del plan de lucha continúa vigente”, anticipó la referente de Barrios de Pie.
El “no es necesario” y la ¿connivencia con los intendentes?
Desde el Ministerio volvieron a insistir en lo que Zabaleta alguna vez planteó. “No es necesario cortar una calle para sentarse en una mesa a encontrar soluciones porque un conflicto no se resuelve con otro conflicto”. En la cúpula de la cartera social están convencidos de que el camino que más se encauza en el proyecto del presidente Alberto Fernández es el del reemplazo de los planes sociales por lo que denominan “empleo genuino”.
Pero además del cierre de inscripciones para el Potenciar Trabajo, el Ministerio decidió el 3 de enero pasado que cada beneficiario pueda elegir en qué Unidad de Gestión quiere trabajar. En la izquierda consideran que la medida busca “coartar la libertad de organización de los trabajadores precarizados, favoreciendo a los intendentes, que utilizan a los beneficiarios como mano de hora barata y ultraprecarizada para suplantar empleo bajo convenio municipal”. Por su parte, cerca de Zabaleta señalaron: “A algunos les preocupa que la gente tenga la libertad de irse de la Unidad en la que está participando”.