Transición del poder: las medidas postergadas por las elecciones
El gobierno amplió el Presupuesto 2020 para afrontar jubilaciones, gastos de deuda y de administración. "¿Por qué no tomaron las medidas antes?", la pregunta de la oposición.
El largo período que transcurrió entre las PASO y las elecciones generales obligó al Gobierno Nacional a postergar algunas medidas económicas necesarias y a tomar otras de carácter "electoralista". Por este motivo, apenas terminados los comicios, el Banco Central limitó drásticamente la cantidad de dólares mensuales que se pueden comprar. En el mismo sentido, se amplió el Presupuesto 2020, elevando en algunos puntos el déficit fiscal.
Este martes, el Poder Ejecutivo decidió ampliar el Presupuesto 2019 en unos 686 mil millones de pesos. Los mismos estarán destinados a pagar jubilaciones, cubrir gastos de gestión, atender el fallo de la Corte y pagar servicios de deuda externa. Así lo resolvió Mauricio Macri a través del DNU 740/2019 con la firma del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el pleno de los ministros.
Con esta decisión, la administración Macri ya aprobó nueve modificaciones al Presupuesto Nacional con una ampliación del gasto por 836.003 millones de pesos. Al menos 308.693 millones de pesos del total de ampliación presupuestaria fue destinado a cubrir los servicios de la deuda pública.
Las críticas de la oposición
Según remarcó Axel Kicillof el lunes, en su primera conferencia de prensa como gobernador electo, la decisión de Macri de mantener un cepo de USD 10 mil dólares, desde las PASO hasta las elecciones, le costó al Banco Central una caída de reservas de USD 22 mil millones.
"Tenemos que concluir que esos 22 mil millones del FMI se usaron para financiar la campaña de Macri", resumió Kicillof, apuntando que analistas de todo tipo consideraron razonable la nueva limitación a la compra de dólares. "Si todos coinciden en que era una buena idea, ¿por qué no se tomó antes?", puntualizó.
Lo que sigue
Alberto Fernández y Mauricio Macri coincideron en la necesidad de llevar a cabo una transición ordenada del poder. Para eso, el presidente actual designó a Hernán Lacunza y a Rogelio Frigerio llevar la voz oficialista. El mandatario electo, por su parte, eligió a Santiago Cafiero, "Wado" De Pedro, Gustavo Béliz y Vilma Ibarra. Además, ambos mandatarios tendrán línea directa de cara al 10 de diciembre.
En esos encuentros se desarrollarán las primeras medidas que el dirigente del Frente de Todos considera "urgentes", ya que admite que no tendrá "luna de miel" una vez que llegue al poder. Desde el oficialismo aseguran que Macri está dispuesto a colaborar, aunque remarcaron que el presidente no hará el "trabajo sucio" de la próxima gestión.