En el marco de una interna oficialista que va tomando temperatura, Leandro Santoro, uno de los hombres más cercanos al presidente, conversó con El Canciller y señaló: “Creo que es necesaria la inclusión de una mesa que institucionalice al Frente de Todos". Con precaución, se refirió a los dichos de Larroque y aclaró que no piensa "que tenga una visión patrimonialista del Gobierno". También, por sus orígenes radicales se expresó con respecto a la pasividad de la UCR en relación a los constantes ataques de Milei a la figura de Alfonsín.

¿Qué balance hacés al día de hoy de la gestión de Alberto? 

Me parece que hay que entender la particularidad del momento histórico que le tocó gobernar. El contexto internacional y local determina las expectativas presentes y futuras. La expectativa prepandemia no corre más, y el shock externo provocado por la invasión de Rusia a Ucrania agravaron aún más la situación. 

Dentro de ese contexto, creo que se llevó adelante una negociación de la deuda con acreedores privados y con el FMI favorable para los intereses argentinos. También destaco que se llevó adelante el rescate de la industria más importante de la historia y una recuperación económica de 10 puntos el año pasado. También, pudimos llevar adelante el programa de vacunación más importante de nuestra historia y destaco que se reforzaron las políticas sociales y las líneas directrices del modelo social impuesto durante el kirchnerismo. 

- En las últimas semanas se vivió un endurecimiento de las disputas al interior de la colación. ¿Cómo crees que deberían dirimirse esos conflictos?

Yo creo que es necesaria la inclusión de una mesa que institucionalice al Frente de Todos. Se habla de tres patas: Alberto, Cristina y Massa. Desde mi perspectiva, a eso habría que agregarle a los gobernadores, a los sindicatos y a los movimientos sociales. 

- ¿Y declaraciones como las de Larroque sobre que el Gobierno "es nuestro"...? 

A Andrés lo quiero mucho, es mi amigo. Es un tipo con buenas intenciones, pero me parece que se equivocó. No pienso que tenga una visión patrimonialista del Gobierno. En todo caso, pienso que fue una oración que le salió mal.

Santoro, Tomada, Larroque.
Santoro, Tomada, Larroque.

- Sos radical ¿cómo ves el resurgimiento del partido? 

No veo un resurgimiento del radicalismo. Yo veo un desperfilamiento del radicalismo. 

¿A qué te referís con "desperfilamiento"? 

A que la sociedad no percibe del radicalismo una visión clara sobre la postura que tiene el partido ante los problemas sociales más importantes. Lo que sí creo que puede estar pasando es que a partir del surgimiento de algunos liderazgos, como el caso de Facundo Manes, un sector de la opinión pública pueda considerar que la UCR vuelve a recuperar protagonismo. Pero un partido político no se determina sólo por el desempeño o las expectativas de sus líderes, sino por el rol que ejerce dentro del sistema político. 

Los radicales están convencidos de que tienen que presentar un candidato propio a Presidente. Pareciera que Morales y Manes pelearían internamente por la candidatura. ¿A quién ves mejor?

Considero que son muy buenos dirigentes políticos. Por Facundo tengo un aprecio personal y un reconocimiento intelectual. En el caso de Morales, además de reconocerle un crecimiento político y un coraje inusual en la dirigencia argentina, no puedo dejar de remarcar las profundas diferencias que me generó el tratamiento del caso de Milagro Sala. 

Las encuestas indican que Milei está creciendo en intencionalidad de voto. ¿Te preocupa el avance del sector libertario? 

Me preocupa el avance de las ideas reaccionarias. Creo que eso incluso puede condicionar o arrastrar a la derecha tradicional a posiciones de ultraderecha. 

¿Con la derecha tradicional te referís al PRO? 

Sí, creo que esto condiciona la línea política del PRO llevándolo más a la derecha de lo que ya estaba, lo cual beneficia a Bullrich y a López Murphy, condicionando más a Larreta. 

¿Y en los otros espacios de ese frente como la UCR y la Coalición Cívica? 

Yo creo que la Coalición Cívica tuvo una posición incluso más digna y coherente que el radicalismo ya que su principal dirigente, Carrió, se animó a dar definiciones que a priori uno podría suponer que contradicen a su propia base electoral. No siendo el caso del radicalismo, quien frente a las permanentes agresiones de Javier Milei hacia la figura de Alfonsín no ha tenido una posición clara y contundente de rechazo a éstas. Ni tampoco se los ve a sus principales voceros muy contrariados con la influencia que tiene el pensamiento libertario sobre su propia coalición.

En definitiva, me resulta realmente increíble que un partido que se define como socialdemócrata tenga una actitud pasiva frente a la construcción de una línea económica, política y social tan reaccionaria y anti popular.