Milagro Sala: torturas y abusos en el documental de Gabriel Levinas sobre la Tupac Amaru
Producida por Gabriel Levinas y dirigida por Pablo Racciopi, la miniserie de cuatro capítulos recoge testimonios de violencia y malos tratos dentro de la organización que conduce la jujeña.
Desde la llegada del radical Gerardo Morales a la gobernación de la provincia de Jujuy, y con el final del primer período de kirchnerismo, la suerte de Milagro Sala empezó a cambiar.
La dirigente indígena, nacida como figura al amparo de Néstor Kirchner y como organizadora de las cooperativas que intentaban combatir el desaguisado social de los ‘90, perdió el poder y la caja que había logrado construir. Como en el final de todo ciclo, los bemoles de su gestión como dirigente no tardaron en aparecer.
Convertida en un ícono de lo que el mundo K llama lawfare, Sala cuenta con una protección y un cierto prestigio de presa política dentro del ultrakirchnerismo. Sin embargo, una miniserie estrenada hoy recoge el lado B. Decenas de testimonios de las víctimas de Milagro Sala y de una agrupación experta en extorsionar, perseguir y amenazar. La concentración total de poder, y al enemigo ni justicia.
A lo largo de cuatro capítulos disponibles en YouTube, los testimonios (la mayoría de manera anónima por el terror que sigue causando la Tupac Amaru en Jujuy) recogen todas las prácticas mafiosas que se puedan imaginar. Se habla de complicidad con los poderes del estado durante el gobierno del peronista Fellner, quemas a edificios públicos para intimidar, desalojos violentos a familias para convertir a sus viviendas en sedes de la organización y hasta abusos sexuales y torturas psicológicas de niños y niñas.
Una mención aparte merece el caso de Luca Arias, histórico dirigente social jujeño asesinado a golpes por una patota comandada por la propia Milagro Sala. Habría sido, aparentemente, un tema de “presupuesto”.
Además, se recogen testimonios de comunidades aborígenes que repudian el “disfraz” que Sala llevaba a Buenos Aires para sacarse fotos en la Casa Rosada: reclaman que a ella nunca le importó la unidad de los pueblos originarios.
La producción también refleja el principio del ocaso de Sala: la llegada de Morales a la gobernación jujeña. Una de las primeras medidas adoptadas por el radical fue denunciar a la dirigente social por todas las causas que, hasta entonces, los jujeños callaban.
Las urnas parecen haberle dado la razón en los últimos comicios provinciales. Mientras tanto, las víctimas de Sala tienen un nuevo canal de exposición, después de la amarga experiencia de viajar a la capital y haber sido ninguneados por todas las esferas de poder.