La sesión preparatoria del Senado que estaba prevista para la tarde de este jueves se suspendió por falta de quorum.   

El encuentro en el recinto, en el que se iba a designar a las nuevas autoridades, no reunió el apoyo necesario por la ausencia de dos legisladores de Santa Cruz, José Carambia y Natalia Gadano. Por ende, se prorrogó el mandato de los actuales dirigentes.

La mayor expectativa estaba puesta en el cambio que se iba a dar al frente de la secretaría Administrativa, un lugar clave para la vicepresidenta Victoria Villarruel.   

Si bien ese lugar le pertenece desde el 13 de diciembre 2023 a María Laura Izzo, la funcionaria iba a dejar el cargo después de un 2024 de fuerte desgaste y chispazos generados por despidos motorizados por la titular de la Cámara alta.

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En su reemplazo, Villarruel quería imponer a Emilio Viramonte Olmos, un cordobés que viene asesorándola desde hace tiempo y a quien visitó en reiteradas oportunidades en esa provincia. El nombre ya se había acordado en un almuerzo con bloques aliados realizado el pasado martes 11 de febrero en el salón gris de la Presidencia del Senado.  

Además, se iba a poner en juego la presidencia provisional, hasta ahora en manos del senador libertario Bartolomé Abdala, de San Luis, quien meses atrás había dicho que su aspiración es mantenerse en el cargo.   

En tanto, la vicepresidencia del Senado sería para el kirchnerismo. Actualmente, la ocupa la legisladora Silvia Sapag, de Neuquén, mientras que la vicepresidencia primera y segunda quedarán a disposición de aliados. Estos asientos están hoy en manos de Carolina Losada y Alejandra Vigo, respectivamente.   

También debería ser refrendado en su cargo el secretario Parlamentario, Agustín Giustinian. Su posición es de alta relevancia y fue de gran ayuda para el oficialismo en 2024.