La paradoja de Adorni: el vocero con impronta propia es el segundo funcionario más influyente y activo en redes
Con el 21,5% de la actividad total dentro del equipo presidencial de primera línea y un nivel de influencia solo superado por Patricia Bullrich, el portavoz de Milei es toda una celebridad.
Según la Real Academia Española, vocero es “la persona que habla en nombre de otra, o de un grupo, institución o entidad, llevando su voz y representación”. Todos de acuerdo. Pero Manuel Adorni no es solo un mensajero del presidente Javier Milei. Su imagen en la Casa Rosada, frente al atril y sobre el fondo azul de la sala de prensa, es un clásico de cada día. Y no solo lee comunicados o anuncia la agenda del mandatario, sino que interviene sin filtros sobre los temas más picantes de la actualidad y, cuando la conferencia termina, la sigue en sus redes.
Su comunidad de seguidores supera el millón de usuarios y el dato se actualiza minuto a minuto. Del total, más de 500 mil están en Instagram, su red favorita para agitar la agenda con estratégicos cortes de video y opiniones que siempre escalan a los medios. Adorni, hombre de la comunicación y la política, pone en juego todos sus recursos y, a diferencia de los protocolares voceros históricos, no teme ser una celebridad. No es el primero. Gabriela Cerruti también disfrutaba del contrapunto con la prensa, pero el portavoz libertario lo lleva más allá.
“Si bien el mayor volumen de sus publicaciones surge de X, la red que más le rinde en viralidad e interacciones es Instagram, en una lógica que identificamos como constante en la política en general y en las nuevas generaciones de nuevos líderes en particular”, explica Martina Barone, directora ejecutiva de Dinamarca PR.
Alejada de la virulencia propia de X, Instagram duplica el nivel de influencia de Adorni y hace un aporte fundamental a la percepción positiva por parte de las audiencias.
Pero, ¿es la voz del jefe de Estado la que habla en el Instagram personal de su vocero? ¿Acaso desvirtúa la naturaleza de su rol al transformarse él mismo en la noticia? ¿Hay en los gobiernos una (y solo una) persona capaz de exponer de manera certera sobre todos los temas que atraviesan la agenda de un país?
“Lo que está claro es que ser la voz pública del Presidente y la imagen de una administración no deja margen para el error”, aporta Barone.
Sobre la efectividad de Adorni en redes sociales, esta semana el informe Watch, el monitor de Dinamarca PR, lo ubica como el segundo más activo (21,50%) y más influyente (29,40%) del equipo que conforma la primera línea de funcionarios que rodean al Presidente. En ese listado, el vocero solo es superado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, un perfil de mayor trayectoria y relevancia política, pero muy similar en su performance digital.
Sobre su fórmula, sin dudas, Manuel Adorni cumple con cada una de las instancias que aseguran la viralidad: un puesto de visibilidad habitual, un jefe que predica la participación activa y personal en las nuevas plataformas y el alcance extra que aportan los medios. Ese escenario garantiza la exposición. Después, si esa centralidad es favorable o negativa, ya será otro tema.
Ese es el panorama a solo 40 días del inicio de la gestión y sin el desgaste propio de un mandato avanzado. La fórmula parece funcionarle al “vocero con voz propia” y el fino límite entre el crecimiento y el desgaste que provoca la alta exposición no está en la agenda del día.