En una eventual presidencia, Alberto Fernández aspira a la unidad del Movimiento Obrero. Tras 28 años de fuertes diferencias políticas, este jueves la CTA celebrará su Congreso donde se votará el regreso a las CGT, con la presencia del propio candidato del Frente de Todos, además de Máximo Kirchner, Verónica Magario y Hugo Moyano.

Históricamente, la relación de los sindicatos con el kirchnerismo tuvo sus idas y vueltas. Cuando asumió Néstor Kirchner, en 2003, muy pocos dirigentes gremiales estaban a su lado. En ese entonces, Alberto Fernández ostentaba el cargo de jefe de Gabinete. En pocos años, el entonces Presidente logró la unificación de la CGT, con Moyano como principal referente, y alineó a la CTA bajo su ala, en ese entonces bajo la titularidad de Víctor De Gennaro. 

Esta situación fracturó de manera total la central y originó la creación de la CTA Autónoma, bajo la conducción de Pablo Micheli, que mantuvo una postura crítica del kirchnerismo.

Pero cuando Cristina Fernández llegó a la Casa Rosada, la cosa cambió, en especial desde 2011. Antes, la CTA se quebró, en parte por las posiciones incompatibles de sus dirigentes respecto al modelo de gobierno pregonado por la ex mandataria.

CFK
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La etapa más dura fue luego del abrumador triunfo en 2011, donde el sindicalismo tuvo poca, o casi nada, incidencia en el armado de las listas. Un año después, la fractura de la CGT fue un hecho, y la distancia entre Moyano y el kirchnerismo quedó sellada. Luego sucedieron los paros nacionales: en total, el kirchnerismo sufrió cinco grandes medidas de fuerza, de variada intensidad y alcance.

Ahora, surge el interrogante de qué lugar ocupará el gremialismo en un eventual gobierno de Alberto. En los papeles, el candidato ya hizo un fuerte llamado al diálogo y marcó la importancia de conformar el Pacto Social, que tuvo una especie con la reunión entre Daer y Miguel Acevedo de la UIA.

Incluso, en junio de este año, La Bancaria fue sede de un almuerzo entre los principales dirigentes del Frente Sindical (Palazzo, Hugo y Pablo Moyano, Yasky, Baradel, Plaini, Catalano, Siley, Micheli, entre otros) y Kicillof, Magario, Cristina y Alberto.

Congreso de la CTA y la unidad del Movimiento Obrero

Las tratativas para la incorporación de la CTA a la CGT estuvieron en manos del líder de camioneros, Hugo Moyano, junto a Héctor Daer, titular de sanidad, por pedido de Alberto.

La historia de la CTA es más bien conocida: cuando la CGT y el entonces presidente Carlos Menem se alinearon en una serie de políticas, hubo sindicalistas que se apartaron de la central. Uno de ellos, Hugo Yasky, hoy alineado al kirchnerismo y diputado nacional de Unidad Ciudadana, creó una vertiente paralela y conformó la CTA. Sin embargo, los años han pasado y más allá de los vaivenes de los últimos años, esta tarde podría confirmarse una fusión parcial entre los dos grandes sectores del sindicalismo argentino.

En cuanto a quién será el próximo líder de esa CGT unificada, Yasky afirmó, en diálogo con FM Futurock, que "tiene que ser un nexo entre todos los sectores", y consideró que "no sería conveniente que esté conducida por un dirigente que haya tenido un idilio con Macri".

Por su parte, hay un segundo sector que se quedaría afuera de la unificación: la CTA Autónoma, liderada por Ricardo Peidro y que no fue invitada al acto en Lanús.

Más allá de todo, la alianza sería por ahora "retórica". La CGT debe definir plazos y votar internamente entre sus 213 gremios confederados si acepta abrir sus puertas otra vez.