Luego de la detención del colorista Abel Guzmán por el asesinato de su compañero de trabajo Germán Medina, este viernes se filtraron mensajes del grupo de Whatsapp laboral que compartían el dueño de la peluquería Verdini y sus empleados. 

"Nos encontramos y lo resolvemos como corresponde", aseguró Guzmán el 19 de marzo, un día antes del crimen. "No me gusta este puterío barato", añadió.

Luego de una larga investigación, en la que el homicida permaneció prófugo durante dos meses, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°18 procesó esta semana con prisión preventiva al estilista de 43 años, después de que la Policía lo detuviera en la localidad bonaerense de Moreno el pasado 29 de mayo.

La causa fue caratulada como "homicidio agravado por alevosía en concurso real con privación ilegítima de la libertad". Además, la Justicia le trabó a Guzmán un embargo por $40.000.000

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Al revisar el grupo de Whatsapp, los investigadores advirtieron que las relaciones de Guzmán con el resto de sus compañeros estaba deteriorada. "Lo hablamos en la cara", fue uno de los textos que trascendieron de sus conversaciones.

En los días previos al asesinato, Guzmán fue cuestionado en el grupo por el dueño del local, Facundo Verdini, quien le ordenó que no utilizara formol en los tratamientos capilares de los clientes, dado que podía ser perjudicial para su salud.

"Esto va más que nada para vos, Abel, porque tengo muchas quejas con los chicos ya. Me está superando este tema: ¡¡¡prohibido usar formol!!! Lo dejo grabado como evidencia, no quiero más formol en la peluquería", escribió Verdini el 24 de febrero, un mes antes del crimen. En aquella oportunidad, Guzmán le retrucó: "¿Querés hablarlo personalmente mejor? Nunca sos claro".

"No tengo problema: mañana nos encontramos y lo resolvemos, pero cómo corresponde si todo es un problema para vos. Ya sabes qué tenés que hacer. Te olvidás de quién sos… Siempre estuve y nunca te abandoné y te portás así conmigo, no quiero más. Mañana te busco en la otra ‘pelu’ y lo resolvemos mañana mismo. No me gusta este puterío barato, lo hablamos en la cara", sumó el colorista, con molestia.

En medio del intercambio, Medina defendió al dueño. "Hasta donde yo entiendo se hace lo que el jefe dice y si no patada en el tuje. ¿Dónde se vio que se le hable así al que te paga el sueldo? Si no le gusta a alguien que agarre la puerta y listo. Muerto el perro, se acabó la rabia", señaló.

Según mostraron las cámaras de seguridad del local y sostuvo el juez Javier Sánchez Sarmiento, el 20 de marzo Guzmán se acercó a Verdini y, luego de una discusión, sacó el arma mientras amenazaba a todos sus compañeros: "Quédense quietos porque le vuelo la cabeza a los cuatro". Ante la tensión del momento, el colorista le apuntó a Medina y lo mató de un disparo en la cabeza, mientras su victima estaba sentado tomando una cerveza.