Santa Fe: con Cambiemos bien atrás, la pulseada entre los Fernández y Lavagna en territorio clave
El peronismo de los Fernández midió sus fuerzas ante Roberto Lavagna en los comicios que definen al próximo gobernador de Santa Fe. Según los boca de urna, el socialista Antonio Bonfatti estaría poco más de cinco puntos por encima de Omar Perotti, en lo que sería, además de una significativa remontada respecto a las PASO, un duro golpe a nivel nacional para el peronismo.
En simultáneo con las de San Luis, Formosa y Tierra del Fuego, en el tercer distrito con mayor peso (8,36%) sobre el padrón electoral nacional, el peronista Perotti enfrentó -casi- mano a mano al socialista Antonio Bonfatti, alfil del actual gobernador Miguel Lifschitz y de su socio Lavagna.
El casi es porque también compitieron con José Corral, el candidato de Cambiemos, que se sabía relegado y, según planificaron desde el socialismo, ofició de árbitro en las elecciones.
Es que si bien en las PASO el triunfador había sido Bonfatti con poco más del 31% de los votos (medio millón de electores), su principal adversario había terminado muy cerca (28% de votos), con la ventaja de haber estado participando en la interna con María Eugenia Bielsa, quien -se estimaba- le transferiría una parte de sus votos (14%).
Y aunque la suma del peronismo en las primarias representaba cada 200 mil votos más de los que había cosechado Bonfatti, tras el cierre de los comicios el boca de urna anticipaba un final cerrado entre ambos candidatos.
El famoso voto útil fue decisivo. Algunos de aquellos que en la primera vuelta eligieron a Corral, esta vez se inclinaron, sabiendo de su incapacidad de ganar, por el socialista con tal de evitar el triunfo de Perotti.
La elección en Santa Fe representa, a nivel nacional, una batalla clave para un peronismo que sueña con arrebatarle al socialismo una provincia fundamental y que, sin dudas, afectará parte del escenario opositor de cara a la definición de listas.
Una derrota del socialismo a manos del peronismo kirchnerista en Santa Fe, ¿le abre las puertas a Urtubey para abandonar Consenso 2030 y acercarse, finalmente, a Cambiemos?