Formosa, San Luis, Santa Fe y Tierra del Fuego: pleno del peronismo, sin bajar del 40% de los votos
Insfrán arrasó con más del 70%. Alberto Rodríguez Saá, sin contar el porcentaje de su hermano Adolfo, fue reelecto con el 42%. Perotti alcanzó el 40,5% para lograr un triunfo histórico. Bertone y Melella aglutinaron el 90% de los sufragios en la provincia más austral.
En medio de un apagón que afectó a todo el territorio nacional, una nueva jornada electoral superó los contratiempos y se desarrolló con normalidad en Formosa, San Luis y Santa Fe. Tierra del Fuego, que no forma parte de la red eléctrica que solventa al país y se abastece con energía propia, se mostró ajena a la inédita problemática suscitada en horas de la mañana. En las cuatro contiendas provinciales, el peronismo, absoluto vencedor, concitó más del 40% de los votos.
Tanto en Formosa como en San Luis el escenario se vislumbraba allanado para que se prolongara la ecuación que se convirtió en patrón desde que inició el año electoral: el triunfo de los oficialismos provinciales, que aprovecharon la separación de los comicios presidenciales y se embarcaron en discutir cuestiones distritales.
En las dos provincias, los gobernadores reelectos se han encolumnado detrás de la fórmula Fernández-Fernández. Gildo Insfrán, provechoso de la carta magna de su distrito que lo faculta a reelegir de manera indefinida -él mismo la promulgó, en 1999-, conquistó su séptimo mandato consecutivo. Alberto Rodríguez Saá, que rubricó en la semana su apoyo al flamante Frente de Todos, administrará San Luis por cuarta vez.
En Santa Fe, el tercer distrito en cantidad de electores y por consiguiente un polo estratégico de cara a los comicios presidenciales, el peronismo celebró un triunfo histórico. Omar Perotti logró retener el amplio porcentaje de votos que consiguió su aliada María Eugenia Bielsa en las PASO, se proclamó como nuevo gobernador y le puso fin a 12 años de hegemonía del Frente Progresista en la provincia.
El partido, que gobernó el territorio del litoral desde el regreso de la democracia hasta 2007, aprovechó la recesión económica que perjudica al Gobierno nacional y puso toda su artillería para recuperar el poder en el senador del Partido Justicialista. En una elección reñida, superó a Antonio Bonfatti por 40,5% a 36,3%. Así, cristalizó la primera derrota de un Ejecutivo provincial después de más de una decena de triunfos consecutivos.
En Tierra del Fuego, si bien la definición fue entre peronistas, la contienda también perfila una victoria de la oposición. Pese a acumular una acusación por supuesto "abuso sexual coactivo" de tres obreros de la construcción y otra por supuestas irregularidades en la obra pública, Gustavo Melella, el intendente K de Río Grande -la ciudad más poblada de la provincia-, se encamina a obtener un triunfo en primera vuelta, con más del 50% de los votos.
Rosana Bertone, reconciliada con Cristina Fernández de Kirchner tras sus coqueteos con el peronismo federal, alcanza el 40% de los votos. Pocos días antes de ser anunciado como precandidato presidencial por la expresidenta, Alberto Fernández viajó hacia el distrito más austral del país para oficializar el apoyo de Unidad Ciudadana a la mandataria, en desmedro de Melella, que si no supera el 50% de los votos deberá dirimir la gobernación en un ballotage, el próximo domingo.
En un comunicado que firmó el presidente del partido, José Luis Gioja, el Partido Justicialista gozó el resultado de una jornada avasallante. "El Consejo Nacional del Partido Justicialista abraza a las compañeras y compañeros que han hecho excelentes elecciones en las provincias de Santa Fe, Formosa, San Luis y Tierra del Fuego", suscribió.