Bonfatti, Lifschitz y Lavagna: derrota en Santa Fe, el fin de la tercera vía y el pase libre para Urtubey
Omar Perotti es el nuevo gobernador de Santa Fe. El senador del Partido Justicialista le entregó al flamante Frente de Todos un triunfo que admite inferencias a nivel nacional y pulverizó una hegemonía de 12 años del Frente Progresista Cívico y Social en la provincia. El gran perdedor de la jornada fue Consenso Federal. La caída de Antonio Bonfatti en el tercer distrito de mayor peso electoral deja herida de muerte a la tercera vía, que perdió el bastión que ostentaba Miguel Lifschitz.
Lo que preveían las encuestas se tradujo en las urnas. El Frente Juntos logró soportar la embestida del cacique socialista -que pese a la derrota final incrementó de manera notable su caudal de sufragios con respecto a las elecciones primarias (31,16% a 36,5%)- y, con más del 40% de los votos, concretó una victoria histórica. El socialismo había llegado al poder en 2007 de la mano de Hermes Binner. En 2011, el excandidato presidencial le traspasó el poder a Bonfatti, quien luego lo delegó en Lifschitz.
El peronismo recupera un estandarte que había construído desde la vuelta de la democracia en la provincia del litoral. Entre 1991 y 2007, Carlos Reutemann y Jorge Obeid se dividieron la gobernación en cuatro períodos -dos cada uno-.
Sin embargo, desde la irrupción de Binner había quedado ensombrecido no solo por el FPCyS, sino también por el PRO, que tanto en los comicios de 2011 como en los de 2015 lo relegó al tercer lugar. Precisamente, cuatro años atrás fue Perotti quien finalizó en esa posición, detrás de Lifschitz y Del Sel.
La victoria del senador no solo se traduce como un correlato de la coyuntura socioeconómica y el rechazo a la marca Cambiemos -José Corral quedó muy rezagado, con el 19% de los votos-, sino como la potenciación de la polarización de cara a las elecciones presidenciales. Rápido de reflejos, el PJ celebró el triunfo como propio y lo atribuyó al nuevo Frente de Todos, aunque Perotti todavía no se pronunció en esa línea.
Más allá del fracaso del Gobierno nacional en la contienda, los principales perjudicados con los resultados son Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey. La ahora más angosta avenida del medio pretendía mostrar como un trofeo de guerra lo que hubiera sido un éxito de Bonfatti, para exponer que una alternativa que sortee los dos extremos de la grieta es posible en Argentina.
Lifschitz, auspiciante junto a Margarita Stolbizer del frente Consenso Federal, no podrá presidir la Cámara de Diputados de Santa Fe, cargo que esperaba tener en el bolsillo para el inicio de la campaña presidencial.
Ante este escenario, pese a reiterar de manera incisiva la necesidad de ubicarse por fuera de Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner y tras rechazar un ofrecimiento del Gobierno para secundar al presidente en la fórmula oficialista, los resultados ¿le abren las puertas a Urtubey para abandonar la tercera vía y acercarse, finalmente, a Cambiemos?