Pocas horas después de concluidas las elecciones, el directorio del Banco Central anunció un nuevo cepo cambiario, a partir del cual solo se puede comprar US$200 por mes a través de homebanking.

La medida impacta directamente en los grandes ahorristas, pero también en el mercado inmobiliario y en el turismo.

El comunicado que emitió el BCRA, liderado por Guido Sandleris, no pone restricciones a los gastos en el exterior con tarjetas de crédito y tampoco a las extracciones de efectivo con esa tarjeta (aunque en este caso el tope es el 10% del monto límite). Así, las compras se descontarán en pesos a cambio oficial del día de compra, en el caso de tarjeta de débito, o fecha de cierre si es tarjeta de crédito.

En el caso de las extracciones, solo se podrán sacar dólares en el exterior con tarjetas de débito locales en cuentas de moneda extranjera. Si es cuenta peso, el tope si es de US$200. Es decir, que si alguien tiene previsto realizar un viaje de acá a diciembre (cuando finalizaría el cepo) y no tiene dólares ahorrados, podrá usar su tarjeta para paliar los gastos.

En el caso del mercado inmobiliario, el cepo no alcanza a quienes hayan tramitado un crédito hipotecario o Procrear antes del 31 de agosto. Desde distintos sectores sostienen que las nuevas restricciones no modificarán las operaciones ya que el cambio más significativo se produjo desde el mes pasado.

En la Ciudad de Buenos Aires, este mercado, visiblemente golpeado por la crisis económica, no presenta mejoras. Septiembre, tras cumplirse el primer mes de las restricciones que era de US$10.000, terminó con un 20% a la baja en comparación al mismo mes del año pasado en la compraventa de inmuebles.