El Gobierno modificó el Presupuesto Nacional de este año para aumentar los gastos en 7,65 billones de pesos, y los recursos totales en 3,64 billones de pesos, lo que incrementó el déficit fiscal más de un 37% y dejó expuesta la delicada situación de las cuentas públicas. 

En un decreto de necesidad y urgencia (DNU) publicado en el Boletín Oficial este miércoles, quedó plasmada la ampliación de partidas para "diversas Jurisdicciones y Entidades del Sector Público Nacional, con el objeto de afrontar gastos impostergables para su normal funcionamiento".

El Gobierno formalizó la modificación del Presupuesto en el DNU 436/2023, de lo que resulta un incremento del déficit financiero de 4,62 billones de pesos.

Ante una inflación acumulada a julio del 60,2% y una aceleración interanual del 113,4%, según la más reciente estimación del INDEC, el contexto empujó al cambio en las cuentas: la pauta presupuestaria inicial apuntaba a una inflación para este año del 60%, ya superado cuando restan considerarse los próximos cinco meses de variación del índice de precios, que se prevé que se vean duramente afectados por la devaluación del 22% aplicada hace dos semanas. 

En caso de que se ejecuten todas las nuevas autorizaciones de gasto fijadas, el 2023 cerrará con un déficit de 9,08 billones de pesos, un 37,1% más de brecha que la que existía con la pauta anterior, que era de 6,62 billones de pesos. 

La adecuación presupuestaria obedece a la actualización de la mayor parte de los gastos y recursos de la Administración Pública Nacional ante el desborde de los supuestos macroeconómicos en los que se basó la Ley de Presupuesto 27.701, entre ellos la mencionada pauta inflacionaria anual del 60%.

El DNU señala que la modificación “contempla, entre otras cuestiones, el refuerzo de los créditos de gastos en personal, con el fin de atender necesidades vigentes en materia salarial, incorporando el impacto de las mejoras en las remuneraciones dispuestas por normas legales durante el presente año”.

En la actualización se tuvieron en cuenta gastos de funcionamiento y equipamiento, "créditos para pago de subsidios, compensaciones, becas, transferencias a universidades, otras transferencias varias y erogaciones que hacen al cumplimiento del cometido de las Jurisdicciones y Entidades de la Administración Nacional", especificó el decreto.

Según el análisis de la medida realizado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), “los gastos corrientes se incrementan en 7 billones 487.524 millones de pesos y los de capital en $165.482 millones”, lo que suma los 7,65 billones totales de aumento.

Las áreas que mayor apoyo y recursos recibieron mediante la nueva modificación presupuestaria fueron el pago de jubilaciones y pensiones, el Fondo de Incentivo Docente, el aumento de las remuneraciones en la administración pública y, por último, el servicio de la deuda, distribuidos de la siguiente manera:

- Transferencias a Cajas Previsionales Provinciales, Ministerio de Trabajo: $1,83 billones.

- Servicio de la Deuda Pública (Intereses y Comisiones): $1,54 billones.

- Fondo Nacional de Incentivo Docente, Ministerio de Educación: $757 mil millones.

- Integración Socio Urbana, Ministerio de Desarrollo Social: $743 mil millones.

- Asistencia Social, Obligaciones a Cargo del Tesoro: $652 mil millones.