La Fiscalía española le ofreció a Jennifer Hermoso la posibilidad de realizar la denuncia por un “delito de agresión sexual” contra el dirigente Luis Rubiales, mientras la Federación Española de Fútbol se reúne de manera urgente este lunes para resolver la situación de su presidente, quien enfrenta una suspensión de la FIFA tras haber besado sin consentimiento a la deportista durante la consagración de su Selección en el Mundial Femenino. 

En ese contexto, la madre del mandatario del fútbol español, Ángela Béjar, se encerró en una iglesia y se declaró en huelga de hambre hasta que se solucione lo que calificó como una “cacería inhumana y sangrienta" contra su hijo, quien aseguró que "no se merece lo que le están haciendo". 

En conferencia de prensa días atrás, el mandatario del fútbol español se negó rotundamente a renunciar a su cargo, al asegurar que el beso fue consentido, algo que Hermoso desmintió. La Fiscalía consideró que el hecho denunciado por la futbolista podría conformar un delito de agresión sexual.

“El acto sexual sufrido por la misma (Hermoso) y llevado a cabo por el señor Rubiales no fue consentido, y por ello, atendido el momento extraprocesal en el que nos encontramos y lo inequívoco de sus declaraciones, es preciso determinar la trascendencia jurídica de las mismas”, expresaron desde la Fiscalía en una nota de prensa. 

Dado que entiende que la figura penal en la que cuadraría el hecho es "agresiones, acoso o abusos sexuales, será precisa denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o querella del Ministerio Fiscal, que actuará ponderando los legítimos intereses en presencia”, agregó la representación judicial oficial.

Frente a este panorama, Béjar tomó la decisión de encerrarse en la iglesia de la Divina Pastora de Motril y declararse en huelga de hambre hasta que “se haga justicia con su hijo”. 

La madre de Rubiales considera que no existe abuso sexual "al existir consentimiento por ambas partes, como queda demostrado en las imágenes", y cuestionó “por qué se están ensañando con él” y qué "hay detrás de toda esta historia", ya que su hijo “es incapaz de hacerle daño a nadie”. Para mostrar su disconformidad, aseguró que se quedará “encerrada” hasta que se aclare la situación.

Hermoso, quien aseguró que “nunca consintió el beso", cosechó un fuerte respaldo a nivel social, y también desde las altas esferas políticas y deportivas de España.

Días atrás, el presidente Pedro Sánchez se sumó al pedido de renuncia del dirigente deportivo: “Nos parece que son insuficientes sus ‘disculpas’ y tiene que realizar más pasos el señor Rubiales para aclarar un comportamiento que es a todas luces inaceptable”. Rubiales ha declarado públicamente que “de ninguna manera dimitirá”.

Quien también defendió a la integrante de la Selección española fue la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien se pronunció a disposición del sindicato de jugadoras FUTPRO para mejorar las condiciones de cara al futuro y evitar la “violencia machista”.

Las jugadoras del seleccionado decidieron dar un paso al costado del primer equipo mientras Rubiales siga ocupando el puesto, mientras que algunos jugadores del fútbol masculino también se manifestaron en contra y tomaron la misma decisión, como es el caso de Borja Iglesias.

La FIFA, el organismo rector del fútbol a nivel mundial, ​​abrió un procedimiento disciplinario contra Rubiales el jueves y anunció el sábado que el ejecutivo fue suspendido por tres meses del fútbol nacional e internacional en espera de una investigación. El presidente de la Federación Española de Fútbol, de 46 años, manifestó que utilizaría la pesquisa para demostrar su inocencia.

La Comisión Disciplinaria advirtió que "no ofrecerá más información sobre este procedimiento hasta la adopción de una decisión final sobre el mismo", mientras que la FIFA reiteró “su compromiso absoluto con el respeto a la integridad de todas las personas”.