Duró poco el matrimonio de Ojeda, de 20 años, y Guzmán, de 22. Ambos santiagueños se casaron el pasado 25 de marzo, pero, 10 días después de dar el "sí", el joven descubrió que su pareja vendía contenido erótico en la plataforma OnlyFans. Por eso, la agredió, y ahora la chica lo denunció por violencia de género.

La joven habló con el medio local El Liberal y contó su versión de los hechos. "Me puse de novia con mi compañero de trabajo, ambos barman del local. Oficializamos el 25 de diciembre y en enero fuimos a convivir a la casa de su madre. En las últimas semanas pasamos por lo de mi hermana, que vive en La Banda", comenzó su relato.

Luego de tres meses "intensos", la pareja decidió dar el siguiente paso. Guzmán admitió que les faltó templanza para poder pensar realmente qué era lo que querían.

El jueves 3 de abril, a menos de dos semanas de haberse casado, comenzaron los problemas. "Sé que descubrió en la copia de seguridad de Google mis días en la plataforma. No se lo había contado, porque era de mi pasado y entendí que no sumaría en mi relación de amor y de a dos", señaló la joven con respecto al contenido que vendía en OnlyFans.

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Allí contó que el marido se enfureció y la echó de la vivienda que compartían: "La dueña de casa y los amigos de mi esposo no me dejaron ingresar. Me gritaron prostituta y drogadicta. Mi esposo no hizo nada mientras me golpearon, yo me defendí".

Además, según su testimonio, Ojeda la agredió: "Mi esposo me golpeó, mientras sus amigos y la madre de uno me gritaban prostituta, prostituta. ¡Dios mío! No puedo creer que por haber estado cinco meses en OnlyFans, antes de conocerlo, se haya ido todo a la mierda. Me basureó, obtuvo copias de mi vida privada pasada y las envió a sus amigos".

"Jamás me humillaron tanto, gritándome hasta sobre los precios percibidos desde la plataforma", se lamentó, y agregó: "Sólo faltó que me apedrearan como en el pasado, cuando a una mujer se la mataba por adulterio o promiscua. Un horror".

Ahora, lo denunciará a Ojeda por lesiones y violencia de género: "Antes quería salvar mi vínculo, pero hoy veo que mi compañero no puede desconfiar tanto. Pudo chequear, escucharme, mas nunca entregar imágenes de mi pasado para placer o regocijo de los retorcidos de sus amigos".