Resultados negativos, bajo desempeño y ¿crisis? educativa

Argentina tocó fondo en el índice educativo y preocupa el desarrollo de las generaciones futuras. Los números desalentadores atacan de lleno a los adolescentes y los más jóvenes. La UNESCO dio a conocer un informe donde el país obtuvo un desempeño educativo menor que el promedio de 16 países de América Latina y el Caribe, y que el obtenido en 2006 y 2013. Estas pruebas se realizaron en el 2019 -previo a la pandemia- sobre alumnos de tercer a sexto grado del nivel primario, y se evaluaron conocimientos en lengua, matemáticas y ciencias.

El mismo día que la educación, en términos de aprendizaje, caía en relación a otros países de la región -como es el caso de Uruguay, Costa Rica, Perú y Cuba que se destacaron por encima del resto-, UNICEF informaba que en Argentina el 50% de los niños y niñas de cero a seis años mostraron “alteraciones con las comidas”, el 42% “alteraciones en el sueño” y el 24% “problemas de comunicación”.

A estos números adversos nadie los hace propios. El Gobierno admitió una crisis en educación, pero evitó hacerse cargo y le tiró el muerto a la gestión de Mauricio Macri. Es que el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, atribuyó los malos resultados a la “desinversión educativa del 2016-2019”. 

“Este deterioro se explica por el notable retroceso de la inversión educativa”, argumentó. De manera gráfica, el funcionario demostró que entre 2003 y 2015 el gasto aumentó en promedio un 2,7% del PBI, pasando del 3,4% al 6,1%. Y por otro lado, lo comparó con el período que va desde el 2016 al 2019 donde cayó en más de 1,3 puntos del PBI cerrando en 4,8%. 

“Los resultados del 2019 significaron una caída catastrófica frente a los del 2006 y 2013”, admitió, al mismo tiempo, la portavoz oficial Gabriela Cerruti. A la par del ministro de Educación, culpó a la gestión anterior de Macri ante su “desprecio por la educación pública”. Para la vocera presidencial “las evaluaciones del 2019 mostraron el daño infringido por la desinversión en el área”.

Enseñar a pensar

“Estamos acostumbrados a enseñar contenidos que hace 30 años eran útiles, pero hoy esa información se puede buscar en Google”, cuestionó la doctora en Ciencias de la Educación, Carina Cabo. “Hoy la escuela debe enseñar a pensar y a resolver, enseñar habilidades de pensamiento y no tantos conocimientos cerrados”, remarcó a El Canciller. 

En ese sentido, la docente explicó que los resultados negativos difundidos por la UNESCO se “profundizaron con la pandemia” porque la situación sanitaria “frenó muchísimo la educación, principalmente en los sectores más bajos”. Sobre eso, alertó que habrá “situaciones desiguales” entre quien fue a la escuela privada y quien lo hizo en la escuela pública.

“Todavía seguimos enseñando una lectura para decodificar el texto y aprender a leer de corrido, cuando en realidad necesitamos que se aprenda a comprender un texto”, reprochó.

“Los ministerios de Educación, tanto provinciales como nacionales, no piensan a largo plazo, no pueden pensar qué estudiantes están formando y qué educación queremos de acá a 20 años”, indicó la especialista. “Nos ocupamos del techo de la escuela, que es fundamental, pero no nos ocupamos de esos chicos de los barrios más pobres, los que caen como soldaditos, que no entran a la escuela porque no les resulta significativa”, expresó la exsecretaria de Cultura de Rosario. 

Sobre la “desinversión” en educación pública que denunció el Gobierno, Cabo afirmó a este medio que el problema educativo “viene desde hace mucho tiempo” y que “no es solo de los últimos cuatro años”. 

“La educación no es prioridad para los gobiernos. Tienden a resolver los problemas inmediatos y no piensan en la formación docente”, criticó la doctora en Educación. Y sumó: “Las maestras no ganan bien entonces no se pueden comprar un libro, ni hacer un curso o un congreso”. 

Cabo retomó un dato de la UNESCO donde se advierte que en Latinoamérica “repiten los chicos pobres” y pidió al Gobierno “hacer mucho hincapié” en esos sectores.