La Fraternidad lleva a cabo una particular medida de protesta este jueves en reclamo de una recomposición salarial, que implica demoras y complicaciones en el servicio ferroviario para los miles de usuarios que circulan por las distintas líneas. El gremio estableció "un tope de velocidad máxima de 30 km/h en todos los trenes de pasajeros y de carga por el término de 24 horas" y anunció un "paro total de actividades" para el próximo martes 4 de junio.

Por su parte, la Unión de Personal Superior Ferroviario (UPSF) expresó su "total apoyo y agradecimiento" a "la lucha que encabeza La Fraternidad por las inversiones y la NO degradación del sistema". Además, calificaron la medida como "digna de admiración". "Adherimos al PARO TOTAL por 24 hs. definido por el gremio hermano, para el día 4 de junio", añadieron desde la asociación sindical que agrupa a los trabajadores que desempeñan cargos de alto rango en las empresas de ferrocarriles.

Mientras tanto, cientos de usuarios se veían afectados por las demoras que se producían en las estaciones y el colapso de pasajeros dentro de algunas formaciones, debido a la peculiar protesta con merma de velocidad en las marchas, y las consecuentes complicaciones

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"Solo se pierde la lucha que se abandona", sella el comunicado de UPSF, en respaldo a la medida de fuerza determinada por La Fraternidad.
"Solo se pierde la lucha que se abandona", sella el comunicado de UPSF, en respaldo a la medida de fuerza determinada por La Fraternidad.

En primera instancia, el secretario general del gremio, Omar Maturano, había dado a entender que la interrupción del servicio se llevaría a cabo el jueves, pero finalmente esa opción se pospuso para el próximo martes. "Vamos a hacer un paro de 24 horas porque no nos dejan empatar a la inflación, lo que es diferente. No queremos aumento de sueldo, queremos empatar la inflación", había declarado el líder sindical. Sin embargo, en la reunión del Secretariado Nacional se acordó la mencionada modalidad de protesta previo al paro.

Finalmente, tras reunirse con representantes del ministerio de Capital Humano y la secretaría de Trabajo, la organización "rechazó la propuesta salarial de las Empresas Ferroviarias, consistente en un 2% en abril y un 7% en mayo" de incremento salarial "pagaderos con los haberes del mes de junio", indicaron desde La Fraternidad el pasado martes.

Por ello, el sindicato decidió continuar su "Plan de Lucha" para este jueves y el siguiente martes, aunque aclararon que "las partes han sido convocadas por la Autoridad de Aplicación a una nueva audiencia para el día jueves 6 de junio a las 11" para continuar con las negociaciones paritarias.

Maturano había resaltado que están "acostumbrados a ser un gremio de resistencia". "A Alberto Fernández le hicimos cuatro paros y a este (nuevo presidente) el primer paro se lo hizo La Fraternidad", agregó. Además, el sindicalista remarcó que en los últimos meses hubo recortes presupuestarios y que faltan insumos.   

Respecto de los fondos operativos, hizo hincapié en la baja del 59% del presupuesto: "No hay una inversión ni una política para el modo ferroviario. Nosotros trabajamos sin insumos, atando algunas veces con alambre algunos objetos y así salimos con los trenes. Y yo le pondría un sinónimo, que estamos trabajando con bajas condiciones de seguridad".

Al ser consultado durante una entrevista sobre "a cuánto estamos de una nueva privatización", especificó: "Bueno, eso de privatización y concesión son dos palabras diferentes. La privatización es directamente vender: vender el suelo ferroviario, la infraestructura, las formaciones. Y eso ya, el que compra eso, no lo compra por el ferrocarril o por la empresa para dar el servicio, sino lo compra para el negocio inmobiliario, eso está clarito". 

En cambio, añadió, "la concesión es otra cosa porque no vendés la soberanía, no vendés las tierras, y únicamente tenés que dar el servicio que te debe imponer un órgano regulador y debe depender del Estado Nacional". "De dar concesión, por licitaciones y todo eso, creo que no estamos cerca cerca. Primero van a ir desguazando la empresa de a poco y van a ir echando empleados de a poco", concluyó en diálogo con A24.

La última huelga fue el 9 de mayo, como parte de la medida de fuerza general dispuesta por la Confederación General de Trabajo (CGT), en rechazo a las políticas del gobierno de Javier Milei