Un argentino que se había radicado meses atrás en Italia con su mujer y su hijo es buscado de forma intensa desde hace 20 días. La última conversación que tuvo con su familia fue el pasado 22 de mayo, cuando debía transportar una carga por una cuantiosa suma, pero nunca llegó a destino.

Se trata de Nicolás del Río, de 48 años, quien ese día se encontraba en la zona de Castel del Piano, en la región de la Toscana, en donde debía recoger unas cajas con 300 bolsos de diseño de la empresa Amiata, valuados en 500.000 euros.

Sin embargo, la carga no llegó a destino y del hombre -que es buscado como ciudadano italiano- tampoco hubo más novedades. Con el avance de la investigación se dieron a conocer las declaraciones de su jefe, también argentino, y de un vecino, además de la aparición de su camión prendido fuego en la ciudad de Roccalbegna, a unos 17 kilómetros del lugar en el que tomó el cargamento.

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El hermano de Nicolás, Ezequiel del Río, detalló en declaraciones a TN: "Él estaba haciendo un reparto, fue a buscar esta mercadería. Al parecer, cuando salió del lugar lo cruzaron. Hubo una llamada de por medio con el jefe, una llamada media rara, de una persona que se llamaba 'Goni'".

"Ahí es cuando el jefe llama de vuelta a mi hermano, el celular ya daba apagado, y desde ese momento no se supo más nada", advirtió.

A su vez, señaló que "en ese lugar donde supuestamente lo cruzaron no hay cámaras, no hay videos ni nada por el estilo", y denunció: "La Policía y los investigadores de allá no nos dan ninguna respuesta, ni siquiera se han comunicado. Ya pasaron 20 días, nadie se comunicó".

"No hay documentación, el celular no aparece, no se pudo rastrear tampoco", aseveró Ezequiel antes de agregar que "hubo un testigo que escuchó un disparo y fuertes ruidos, pero no se encontró evidencia de sangre, evidencia de bala, no se encontró nada".

Por su parte, la mujer de Nicolás, Carolina, señaló al mismo medio: "Yo quiero creer que a él lo tienen guardado en algún lado con vida, porque se deben sentir ya como que están rodeados. Entonces yo pienso y le ruego a Dios que sea así y que estén hasta con las carteras adentro de algún galpón pero que él esté con vida, es lo único que a mí me interesa".