Llevar un estilo saludable y llegar a la vejez en buenas condiciones se ha convertido en una obsesión para muchas personas en los últimos años. El italiano Valder Longo, director del Instituto de Longevidad de la Universidad del Sur de California, quien pasó gran parte de su carrera investigando los hábitos nutricionales de los pobladores de las regiones con promedios de vida más largos del planeta, llegó a una conclusión: hay cinco alimentos que deben ser eliminados de la dieta para vivir más de 100 años.

En este sentido, el italiano asegura que, para lograrlo, los aspirantes deberán cuidar su alimentación, uno de los pilares fundamentales para alcanzar este objetivo, y practicar ejercicio físico regularmente, además de controlar el estrés.

Los investigadores que se dedican a buscar "la fuente de la juventud" centran sus estudios en los pueblos de la costa italiana, que son reconocidos por los científicos por tener las poblaciones con expectativas de vida más altas del mundo, como es el caso de Perdasdefogu, en la isla de Cerdeña, en la que más de 500 de sus 1.800 habitantes superan los 100 años.

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En este recorrido en pos del "elixir", Longo comparte en su libro best seller "La dieta de la longevidad" los resultados de años de investigación y asegura tener la respuesta a la pregunta acerca de por qué las personas que residen en esa parte del planeta viven más tiempo. Y muchos estudios científicos en la misma línea lo avalan.

Para el biólogo, un estilo de alimentación que tenga como objetivo la longevidad debe estar basado en el régimen que originalmente llevaban los pobladores del Mediterráneo, que nada tiene que ver con lo que se come en esa zona en la actualidad.

El autor señala que, hoy en día, "casi nadie en Italia sigue la dieta mediterránea original". Y el punto de inflexión lo ubica en que los jóvenes se enfrentan -como gran parte de la población mundial- a la obesidad debido a lo que Longo llama las "5 P venenosas": pizza, pasta, proteínas, papas y pan.

Por el contrario, el plan diario recomendado es uno bajo en proteínas y azúcares y rico en grasas saludables y nutrientes de origen vegetal.

Según sus estudios, la dieta de la longevidad está clínicamente probada para ayudar a perder peso y reducir la grasa abdominal; prevenir la pérdida de masa muscular relacionada con la edad; y desarrollar resistencia a las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el Alzheimer y el cáncer.

En su libro, el autor asegura que la clave para vivir hasta una edad avanzada de manera saludable es mucho más fácil de seguir y de incorporar a la cotidianidad de lo que la gente se imagina y que no incluye los factores estresantes negativos de algunos planes nutricionales que fuerzan a privarse de comida, como la baja energía y el insomnio.