Llegó el proyecto para autorizar el acuerdo para la refinanciación de la deuda externa argentina a la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, presidida por Ricardo Guerra, donde sus 15 miembros escucharán primero a los funcionarios del Gabinete económico y luego debatirán para definir si habrá dictamen favorable o no para que el documento pase al recinto en busca de la sanción completa de la ley. Hasta ahora, también persiste la duda respecto a cómo se pronunciará el sector más alineado a Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora, que en el caso de Diputados votó en contra. Frente a ello, se presentan distintas posibilidades.

Primer escenario: casi Todos-Juntos

En la Cámara alta hay 35 senadores del Frente de Todos (FDT), de los cuales cuatro son camporistas. Si en el recinto que dirige Sergio Massa, la agrupación encabezada por Máximo Kirchner votó de forma negativa el entendimiento con el organismo de crédito, lo esperable es que en el hemiciclo lindero la postura sea la misma. Ahora bien, desde la renuncia de su hijo como jefe del bloque de diputados oficialistas, la vicepresidenta no se ha expresado públicamente acerca del acuerdo, por lo que se desconoce qué botón le indicará a los suyos que aprieten.

Sí trascendió en su momento la discrepancia de la exmandataria sobre el gesto de su descendiente que abrió paso a Germán Martínez como titular de la bancada. También se espera que el pronunciamiento del interbloque de los 33 senadores de Juntos por el Cambio (JxC) sea similar al de la Cámara baja: de apoyo generalizado. Así, con el acompañamiento de la oposición y de gran parte del FDT, el Gobierno conseguiría la sanción con completa comodidad y los cuatro camporistas quedarían como una anécdota poco feliz para el oficialismo. Además, una de ellas, Anabel Fernández Sagasti, insinuó en los últimos días un final abierto en lo personal: “Voy a votar como peronista y mendocina”.

Segundo escenario: sale pero con menos respaldo

La distribución de voluntades del FDT en Diputados no quedó muy homogénea y el aval a su propio líder institucional, Alberto Fernández, tampoco. Casi un tercio de los legisladores oficialistas no acompañó el acuerdo. Es una posibilidad que puede darse en el Senado, donde al menos una decena de parlamentarios responde directamente a Fernández de Kirchner.

Con el apoyo del interbloque cambiemita y los cuatro de la avenida del medio –Alejandra Vigo, de Córdoba Federal; y los habitualmente aliados Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro; Magdalena Solari Quintana, del Frente Renovador de la Concordia Misionero; y María Clara del Valle Vega, de Hay Futuro Argentina– el acuerdo sale, con cerca de 60 voluntades afirmativas. Una vez más, el documento quedaría aprobado con más manos de fuerzas opositoras que del oficialismo.

Además, el Gobierno necesita de los dos tercios de los 72 senadores de la Cámara para permitir el tratamiento sobre tablas el jueves de esta semana y evitar la espera de siete días que necesita un proyecto tras pasar por la comisión. Dos terceras partes que también tiene garantizado el peronismo con la ayuda de la oposición. En tanto, la distancia del kirchnerismo no complica el avance y la sanción del acuerdo con el Fondo. Eso sí, siempre y cuándo la promesa de JxC de no hacer caer a la Argentina en el default siga firme.