"No me anoto en ninguna carrera para ser presidente en 2023”, lanzó Mauricio Macri en declaraciones periodísticas y abrió una nueva serie de incógnitas hacia el seno del partido ¿Se bajó? ¿Y el segundo tiempo?¿Es un guiño para Patricia Bullrich? Cerca de la exministra de Seguridad descartan esa hipótesis y reafirman que el sillón de Rivadavia sigue siendo el objetivo primero de la titular del PRO.

Entonces, ¿por qué la frase del expresidente? La mayoría de las respuestas apuntan a la idea de aportar tranquilidad hacia dentro de la fuerza que nació junto a él como figura política. No meterse en el barro. Sin embargo, en el entorno del exmandatario confirman a El Canciller: “Por más que diga que no es candidato, si el contexto se diera, sí lo va a ser”.

“Él tiene ganas, quiere volver a ser presidente”, aseguran. En términos activos, pero desde la lógica del “si sucede, sucede”. En ese sentido, destacan cómo en el último tiempo se dedicó fuertemente a hacer política, algo que hasta que finalizó su mandato quedaba normalmente relegado a otros actores como Marcos Peña o Emilio Monzó.

El universo ‘patricio’

Mientras tanto, Bullrich realiza una tarea silenciosa: avanza en el armado de sus equipos, se prepara para una agenda de giras internacionales en 2022 y busca afianzar su territorialidad. Lo cierto es que, de todos los popes de la coalición opositora, ella es quien recibe la venia de las encuestas desde su purismo PRO de halcones y duros.

Para ello, la presidenta del partido se reúne tanto como con sus equipos internacionales como federales. En el segundo grupo existe una mesa política donde tienen su silla algunas figuras reconocidas como la abogada Florencia Arietto; los diputados Gerardo Milman, Waldo Wolff y Fernando Iglesias; Federico Pinedo, que la ayuda en sus bajadas al Interior del país; Patricia Vásquez, que la acompaña desde su gestión en Seguridad; y el subsecretario de Participación Ciudadana en Seguridad de la Ciudad, Juan Pablo Arenaza.

Patricia Bullrich, en el cierre de campaña para las Legislativas 2021.
Patricia Bullrich, en el cierre de campaña para las Legislativas 2021.

Pero además, Bullrich pone un pie en otros terrenos de la vida pública. El ensayista Santiago Kovadloff, el filósofo Julio Montero y la politóloga –y también diputada– Sabrina Ajmechet, la asesoran desde el plano intelectual. También tiene su propia central sindical afín, ‘los Flacos’ de la CTE –en contraposición a ‘los Gordos’ de la CGT–: Marcelo Peretta, del sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos y Facundo Lancioni, de Seduca, que se reúnen junto al exministro bonaerense Javier Tizado y Horacio Pitrau, exvice de Jorge Triaca en Nación, para pensar en un proyecto de reforma laboral. Por el lado de los artistas, el bailarín Maximiliano Guerra busca adhesiones y Daniel Bertoni, el astro de Independiente, hace lo propio en el mundo del fútbol.

Dentro de ese grupo selecto de ‘patricios’ cuentan a este medio que el año próximo será un momento de intensa actividad para Bullrich. A mediados de enero comenzará recorriendo la Costa, pero su prioridad número uno será caminar la provincia de Buenos Aires. “Ella nunca va a abandonar el recorrido federal, pero va a tener una agenda muy concentrada en la Provincia”, afirma una persona de su riñón, que también cuenta: “Ahora nos estamos focalizando en el armado político. En esto a ella no se le dio tanto”.

El elegido

Esa falta de estructura es lo que justamente le machacan a la titular del PRO los que se paran en otras plataformas del espacio. Incluso Mauricio Macri, que en la intimidad plantea que “Patricia sabe qué hay que hacer y a dónde tiene que ir el país, pero no tiene equipo para llevarlo a cabo” mientras que “Horacio (Rodríguez Larreta) tiene el equipo, pero no tiene la idea”.

Quienes rodean al expresidente aseguran que “si el contexto indica que no tiene chance de llegar, no va a ser candidato”. Ahí ponen el ojo en la fuerte imagen negativa que arrastra desde el 10 de diciembre de 2019. Aunque también advierten que si decide serlo, gana la interna. Por este motivo, no será indiferente y “elegirá” a su sucesor o sucesora.

“En el fondo, confía más en Horacio que en Patricia”, desliza a El Canciller un hombre que habla todas las semanas con Mauricio Macri. Larreta le garantiza mayor estabilidad y previsibilidad: estuvieron juntos ocho años en la Ciudad y crecieron juntos en lo político. En esa línea, Bullrich funcionaría más “como para meterle equilibrio a Horacio, que como candidata real”. La actitud de los halcones, cuando hace unas semanas quisieron desplazar a Cristian Ritondo en la jefatura de bloque en la Cámara de Diputados, generó suspicacias en todo el territorio en donde no pega el sol 'patricio'.

Patricia Bullrich, en una marcha por la Justicia independiente.
Patricia Bullrich, en una marcha por la Justicia independiente.

Lo paradójico es que quien le arma a Macri desde que dejó la presidencia es Bullrich. Un importante referente de la estructura nacional que se encuentra en un punto equidistante entre ambos afirmó a este medio que “la única posibilidad de que se baje ella, es que él juegue”. La coexistencia en una PASO no es opción.

Lo cierto es que, por el momento, los mensajes del exmandatario son ambiguos y permiten que la exministra recorra el país para federalizarse. Además, busca aliados como los liberales de Ricardo López Murphy; los radicales porteños de Adolfo Rubinstein y Facundo Suárez Lastra; el jujeño Gerardo Morales; e incluso fuera de las fronteras cambiemitas, con Javier Milei y hasta el –por ahora– oficialista Sergio Berni. Las fichas de Bullrich están lanzadas. Es presuntamente presidenciable, a menos que Macri demuestre lo contrario.