Tras 22 horas de una acalorada sesión, el oficialismo no consiguió que se aprobara el Presupuesto 2022. El rechazo de la oposición se impuso con 132 votos contra 121. Previamente, todos los espacios habían acordado enviar el proyecto de nuevo a Comisión para que se siguiera discutiendo; pero a último momento la bancada de Juntos por el Cambio e Interbloque Federal decidieron votar en contra de la moción.

¿Qué pasó en el medio? Un discurso del titular del bloque del Frente de Todos Máximo Kirchner provocó el malestar de los diputados del PRO, la UCR y la Coalición Cívica. Minutos antes, Miguel Bazze protagonizó un exabrupto, en donde parecía que le había dicho "pelotudo de mierda” al presidente de la Cámara. Pero él mismo, en una entrevista exclusiva con El Canciller, se encargó de desmentirlo: “No corresponde. Pero no se lo dije a (Sergio) Massa, fue en plural y genérico”.

¿Cambiaron su voto por el tono del discurso de Máximo Kirchner?

Nosotros hicimos un esfuerzo importante para convencer a todos los integrantes de nuestro interbloque de que había que enviarlo de nuevo a Comisión. Y una vez que se hizo el esfuerzo, tuvimos que soportar el discurso de Máximo Kirchner bastante agresivo, cuando en realidad estábamos trabajando de manera absolutamente consultiva desde antes que empezara la sesión.

¿En qué momento decidieron cambiar el voto? ¿Mientras hablaba Máximo?

Estábamos todos los diputados ahí sentados y todo el mundo empezó a manifestar su disgusto, no solo con su discurso, sino también por lo que había pasado un rato antes, cuando estábamos nosotros de pie dirimiendo si acordábamos o no darles la posibilidad de que volviera a Comisión y allí los diputados del Frente de Todos comenzaron a increparnos, diciéndonos que tomáramos asiento y que dejáramos de ‘hablar de la interna’. Cuando en realidad estábamos justamente evaluando una propuesta que nos estaban haciendo y que ellos mismos habían rechazado horas antes. Yo tuve una intervención bastante dura…

Tuviste un exabrupto. ¿”Pedazo de pelotudo” se lo dijiste a Sergio Massa?

No, no. No se lo dije a Massa. Hice un planteo y después tuve ese exabrupto; que no corresponde, pero no fue a Massa. Fue en plural y genérico por la situación de distintos bloques que nos increpaban.

¿Por qué votaron en contra después?

El Presupuesto es absolutamente inconsistente. Muchos de los parámetros son irrealizables. Pero además de eso, tiene otro problema grave y que está relacionado con lo que no dice: no hay allí ningún tipo de incentivo para el crecimiento económico. Era muy difícil de aprobarlo. No obstante, como sabíamos que el Gobierno tiene que negociar con el FMI y seguramente le convenga tener el Presupuesto aprobado por el Congreso, les dimos todas las posibilidades para que se discutiera y lo reformaran, y la verdad es que no quisieron.

Massa había propuesto que, si a mitad de año los recursos eran mayores que los proyectados, el Gobierno iba a enviar una enmienda para definir el destino de esos recursos. ¿Eso no es una demostración de que había vocación de diálogo?

A ver, esa idea me parece buena. Pero eso fue precisamente porque no querían discutir otras cosas. ¿Por qué nosotros insistimos tanto con el tema de la inflación? Porque al disminuir los parámetros macroeconómicos del Presupuesto también se disminuye la expectativa de recaudación. Y al hacerlo, se disminuyen los montos de las partidas. Por eso después hay montos tan importantes para reasignar. Es una vieja táctica presupuestaria que hace después el exceso se distribuya como quiera el jefe de Gabinete. Bueno, Massa proponía que nosotros después pudiéramos opinar sobre esas partidas. Pero, ¿por qué no hacíamos un Presupuesto más realista desde su tratamiento, como corresponde, que es lo más serio?

El ministro Martín Guzmán confirmó que se va a prorrogar el Presupuesto vigente. Eso implica mayor discrecionalidad para la asignación de recursos. ¿No es de alguna manera un tiro en el pie lo que acaba de hacer la oposición?

Bueno, en el Presupuesto que habían enviado también había elementos para que lo manejaran con discrecionalidad. Y la verdad es que lo que habían enviado era un verdadero mamarracho. Desde nuestro punto de vista no cambia mucho la historia. Y no sé hasta donde ellos querían hacer justamente eso, porque la verdad que la falta de predisposición para cambiar cualquier cosa y para avanzar en el tratamiento a nosotros nos hizo sospechar permanentemente que no lo querían aprobar.

¿Existe realmente la posibilidad de que hubieran buscado eso?

Yo, como hombre formado en el radicalismo, no lo haría jamás. Y mucho menos en vísperas de un acuerdo con el FMI. Yo hubiera buscado tener una hoja de ruta apoyada por el Congreso, pero eso significa diálogo, intercambio, ceder en algunas cuestiones. Y ellos no estaban dispuestos a absolutamente nada de eso. Me da la impresión de que no les preocupaba demasiado aprobar el Presupuesto. Sino no se entiende el discurso de Máximo Kirchner en el momento en que estábamos acompañando que el proyecto volviera a Comisión.