En el marco de un fuerte operativo policial en el Aeropuerto de Bariloche y el Aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires, 14 ciudadanos rusos fueron detenidos tras haber sido acusados de formar parte de una secta involucrada en una red de trata de personas, cuyo líder sería un exsoldado de ese país europeo llamado Konstantin Rudnev.

La investigación había sido iniciada hace unos días, pero se mantuvo el bajo perfil para llegar a puerto, luego de que una mujer de esa misma nacionalidad ingresara al Hospital Zonal de Bariloche en trabajo de parto. La anomalía empezó cuando las acompañantes de la embarazada no la dejaban hablar, mientras que la paciente hacía notar el miedo que sentía por la seguridad de su bebé. A los médicos les llamó la atención y esa fue la punta del ovillo.

Los profesionales alertaron a las autoridades acerca de la situación anómala y la Justicia intervino en el caso. La joven quedó en manos de personal obstétrico y neonatal, mientras que las mujeres que la escoltaban en todo momento quedaron inicialmente demoradas y luego fueron puestas en libertad.

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El pasado sábado, el fiscal general Fernando Arrigo, en conjunto con el juez federal de garantías barilochense, Gustavo Zapata, ordenó los arrestos correspondientes.

Como parte del procedimiento, las fuerzas de seguridad rastrearon a las 14 personas en cuestión y las interceptaron en las terminales aéreas. En Bariloche aprehendieron a un hombre y siete mujeres, mientras que las damas restantes fueron encontradas en el aeropuerto porteño. Una de ellas confesó de manera anónima que le controlaban las llamadas telefónicas, según dieron a conocer en TN.

Los operativos fueron encabezados por agentes de la Policía Federal Argentina (PFA) y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), quienes además evitaron un intento de suicidio del presunto líder de la agrupación. 

Rudnev iba a embarcar en Bariloche, para tomarse un avión con escala en Buenos Aires y destino final en Brasil. Antes de ser capturado, intentó cortarse la yugular con una navaja. 

En 2011, el mismo hombre fue condenado a 11 años de cárcel por abuso sexual en Rusia y ahora está acusado de ser una de las cabezas de la organización vinculada con una presunta red de trata.