Maduro ahora acusó a Gallo de participar de un plan para asesinar a su vice: "El Gobierno argentino está involucrado"
Sin presentar ninguna prueba, el líder chavista aseguró que el gendarme entró al país caribeño "con planes específicos para intentar atentar contra la vida" de Delcy Rodríguez. Bullrich defendió que su ingreso fue totalmente legal y que la reacción sólo "expone la desesperación" de su "régimen asesino".
En un nuevo embate contra Argentina y cuando faltan pocos días para el cambio de mandato en Venezuela, que se encuentra totalmente militarizada a la espera del 10 de enero, el presidente Nicolás Maduro subió el tono del enfrentamiento bilateral al acusar al gendarme Nahuel Gallo de haber querido asesinar a la vicepresidenta del régimen chavista. Desde el Gobierno reiteraron que se trata de denuncias infundadas y que el ingreso del militar que se encuentra detenido e incomunicado hace casi un mes tras entrar al país caribeño desde Colombia fue por motivos personales y totalmente legal.
Sin presentar ninguna prueba de sus afirmaciones, el líder venezolano señaló que Gallo era parte de una "conspiración": "Algunos chillaron, como los argentinos, pero yo puedo decirlo hoy: nosotros a esa gente la estábamos esperando. Gracias a Dios, siempre tenemos que agradecerle a él, tenemos una inteligencia muy buena; ellos venían desde el sur de América con planes específicos para intentar atentar contra la vida de la vicepresidenta Delcy Rodríguez".
"Es mentira que tiene una novia aquí, ese señor tiene su esposa en Argentina", agregó durante una transmisión de la televisión estatal venezolana en la noche del lunes y redobló la apuesta: "El Gobierno argentino está involucrado en los planes violentos de atentar contra la paz de Venezuela, así lo denuncio".
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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cruzó a Maduro por "acusar sin pruebas" al gendarme "de un complot ridículo". En el mismo sentido, aseguró que la reacción "expone la desesperación" de su "régimen asesino" que está "llegando a su fin": "La Argentina no va a tolerar más este atropello".
Mientras tanto, el gendarme se encuentra arrestado en algún lugar de Caracas, sin acceso a comunicación ni defensa alguna, y su esposa ha reclamado en numerosas ocasiones -al igual que las autoridades argentinas- por su liberación.
A pocos días del fin del mandato y de su reasunción -a pesar de que el opositor Edmundo González Urrutia puja por jurar como su sucesor con cierto respaldo internacional y tras declarar desde el exterior fraudulentos los comicios-, Maduro abonó una vez más la teoría conspirativa que esbozó su ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, al apuntar a Gallo como un agente que había llegado a suelo venezolano para realizar tareas de espionaje.
El Gobierno de Javier Milei rechazó de plano esas aseveraciones e indicó que se trata de acusaciones sin fundamento. "Gallo se encuentra en una situación de gravedad y urgencia, con riesgo de daño irreparable a sus derechos", puntualizaron desde el Ejecutivo nacional.
El gendarme catamarqueño de 33 años que se desempeñaba hasta entonces en Mendoza fue detenido el pasado 8 de diciembre al entrar a Venezuela desde la vecina Colombia. Había viajado, según declaró su mujer y los funcionarios argentinos, para reunirse con ella e hijo en Caracas. Pero las autoridades venezolanas lo acusaron de planear acciones desestabilizadoras bajo la apariencia de una visita familiar y desde entonces sólo se sabe que está recluido e incomunicado.
El gobierno argentino denunció la detención como arbitraria y exigió su liberación inmediata, calificando el hecho como una violación de los derechos humanos. La Cancillería presentó una denuncia ante la Corte Penal Internacional, argumentando que el caso se enmarca en un patrón sistemático de crímenes de lesa humanidad en Venezuela.