En referencia a la posibilidad, todavía muy lejana en el tiempo, de ser reelegido como presidente de la Nación, Javier Milei aseguró que "si la gente lo quisiera" él "podría llegar a estar a estar por ocho años" y destacó que "la única forma" de que las iniciativas que está llevando a cabo no queden atadas "a una sola persona" es "con un proceso económico y político, pero también cultural"

En este sentido, remarcó la importancia de la "batalla cultural" que están impulsando desde la administración libertaria.

"Recurrentemente saco temas, planteo discusiones, que no se logran entender en primer momento y después se entiende que estoy hablando de batalla cultural. Si hay alguien comprometido con eso, soy yo", aseguró el mandatario al participar de manera virtual de la presentación en Paraguay de un libro escrito por Eduardo Feinmann, en un encuentro del que también participaron presencialmente su par paraguayo, Santiago Peña, y el conductor Jorge Torres.

TE PODRÍA INTERESAR: Aumenta la tensión diplomática: Argentina se sumó a los países que condenaron el ingreso de la Policía de Ecuador a la embajada de México

En ese contexto, Milei volvió a resaltar que su Gobierno está llevando a cabo "el ajuste más grande de la humanidad, documentado por el staff del FMI". "No solo eso, sino que además he enviado un conjunto de reformas que la política está bloqueando", sostuvo.

"He mandado el programa de reformas más grande de la historia de la humanidad, con tres ejes centrales: le devuelve libertad a la gente, promueve instituciones más pro-mercado y va contra el robo de la política", agregó. 

Con respecto a la falta de consensos en el Congreso, evidenciado en las derrotas que sufrió con el DNU 70/2023 en el Senado y la Ley Ómnibus en Diputados, aseguró: "No me voy a prestar a hacer gatopardismo y a estar engañando a la gente". 

"A cada paso que damos, encontramos casos de corrupción y cosas aberrantes. La verdad que nuestro objetivo es ir a niveles de libertad económica como el país más libre del mundo, como Irlanda, ese es nuestro norte", remarcó.

En esta línea, con respecto a su innegociable discurso de lucha contra la "casta", dijo que "los que están defendiendo los intereses de la casta no solo son los políticos ladrones, también son los empresarios prebendarios, los medios ensobrados, los sindicalistas que no representan a los trabajadores sino sus propios intereses y los intelectuales funcionales".

Finalmente, con respecto a su popularidad y qué sucedería en un escenario electoral si hubiese elecciones presidenciales en el corto plazo, declaró: "Podríamos sacar 48% en la primera vuelta, con 10% a definir. La mitad probablemente elegiría votarnos. Estaríamos en niveles del 53% y los opositores mejores ubicados son Cristina Kirchner, con 20% y en caída; y Axel Kicillof, con 17%", calculó.