García Cuerva alertó que "a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie"
Durante el tedeum del 9 de Julio y delante de Milei y su Gabinete, el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires reclamó: "Algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre".
Monseñor Jorge García Cuerva brindó este martes un fuerte mensaje político, en el marco del tedeum por la conmemoración del Día de la Independencia en la Catedral Metropolitana. Delante del presidente Javier Milei y buena parte del Gabinete, advirtió que "a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie".
El arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires reclamó, asimismo, por la unidad para sacar a la Argentina adelante y evitar las mezquindades: "Entre todos construimos la Patria, más allá de saber que luego puedan ser tomadas frases aisladas para querer alimentar la fragmentación".
"Señor Jesús, muchos argentinos están haciendo un esfuerzo enorme, un esfuerzo que conmueve, un esfuerzo esperanzador", comenzó y agregó: "No permitas que lo cascoteemos con intereses mezquinos, con la voracidad del poder por el poder mismo, con conductas reprochables que sólo demuestran que a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie. No hipotequemos el futuro".
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Durante la celebración con la que Milei inauguró los actos oficiales en la Ciudad tras su paso por Tucumán a medianoche para la firma del Pacto de Mayo con 18 gobernadores, el arzobispo añadió: "Demasiadas cosas ya hicimos mal en el pasado del que nadie se hace cargo, aunque el resultado es que en Argentina seis de cada diez chicos son pobres; niños con hambre revolviendo basura, chicos no escolarizados, o con una instrucción demasiado básica, no pudiendo leer de corrido o interpretar un texto".
Tras leer un versículo de la Biblia, trazó un paralelismo en la homilía: "Le presentaron a Jesús un paralítico tendido en una camilla; tantos hermanos paralizados hace años en su esperanza, tantos atravesados por el hambre, la soledad, y una justicia largamente esperada; tantos argentinos tendidos sobre una manta en el frío de las veredas de las grandes ciudades del país; tantos postrados a consecuencia de la falta de solidaridad y el egoísmo".
"En definitiva, una Argentina que nos duele hace mucho, que se dice independiente hace 208 años, pero que aún hoy sufre las cadenas de diversas esclavitudes que no nos dejan caminar como pueblo hacia un desarrollo pleno y una mejor calidad de vida para todos", profundizó.
En la misma línea, el prelado aseguró que "el gran objetivo" tiene que ser para todos "que Argentina se cure, que Argentina se ponga de pie, que Argentina camine, que Argentina se independice de las camillas que la tienen postrada, paralizada y enferma. Porque, como decía el papa Francisco, ‘hoy no hay tiempo para la indiferencia’".
"No nos podemos lavar las manos con la distancia, con la prescindencia, con el menosprecio. O somos hermanos o se viene todo abajo", remató para concluir que hay que "insistir una y mil veces en forjar la unidad entre los argentinos, más allá de nuestras diferencias, porque para la cultura del encuentro no hay límites, nadie es prescindible, nadie es descartable".
García Cuerva retomó el parangón al afirmar que, "como aquellos hombres que cargaban la camilla y como los congresales de Tucumán que declararon la Independencia, queremos ser audaces, jugarnos la vida por los que sufren, comprometernos con los más pobres y excluidos, viviendo la libertad de la mano del amor al prójimo, independizados de todo prejuicio y rechazo del otro por pensar distinto".
"Independizados del odio que nos enferma y carcome desde las entrañas, independizados de la corrupción, del ventajismo, de los privilegios de algunos a costa de la indigencia de muchos, porque algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre", lanzó para finalizar: "Aquella casa histórica de Tucumán es modelo para la Argentina de hoy: que entren todos, que nadie quede afuera, que no haya excluidos, que se agrande la torta, que todos se sienten a la mesa de la dignidad, que todos reciban la mejor educación, que todos tengan un trabajo digno, que Argentina se ponga de pie".