A horas de la Marcha Federal prevista para el miércoles próximo en defensa de la Ley de Financiamiento Universitario, que el presidente Javier Milei prometió vetar, el Gobierno volvió a cruzar este lunes a los organizadores de la movilización, al señalar que el conflicto en las altas casas de estudio "responde más a intereses políticos que a las necesidades del sistema educativo".

"Los reclamos educativos están todos atendidos y resueltos. Es urgente priorizar la educación por encima de las confrontaciones políticas. El Gobierno está al día y paga para que los profesores estén en las aulas dando clases, garantizando que los estudiantes no sigan siendo víctimas de esta situación injustificada", aseguró en un comunicado el ministerio de Capital Humano.

Según destacó la cartera que dirige Sandra Pettovello, el Ejecutivo "nunca desfinanció" la educación universitaria pública. "El compromiso del Gobierno siempre se ha mantenido firme. Simplemente se exigió claridad en la gestión de los recursos que se transfirieron", señaló.

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"Desde el ministerio -continuó-  se asignaron más de $192.000 millones, cumpliendo con lo acordado para aumentos en gastos de funcionamiento (un incremento del 270%). Asimismo, se enviaron partidas para el funcionamiento de hospitales universitarios y aumentos salariales por encima de las pautas del Estado nacional. La propuesta que se presentara a los gremios el lunes alinea las remuneraciones del sistema universitario con el Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP). Todo lo solicitado fue concedido".

Asimismo, detalló cuánto cobran por mes algunos docentes universitarios: "Los que tienen dedicación exclusiva perciben cerca de $1.400.000, mientras que los no docentes con antigüedad cobran alrededor de $1.000.000, ambos salarios muy por encima de la Canasta Básica Total de $300.000 para un adulto equivalente".

"Esto significa que no existe pobreza entre estos sectores. Los que perciben salarios más bajos son los docentes de dedicación simple, que dan clase solo una vez por semana, y algunos no docentes de categorías iniciales", remarcó el comunicado.

"Rechazamos enfáticamente que las recientes manifestaciones y paros respondan a una verdadera necesidad de financiamiento educativo. La marcha es política y no refleja un desfinanciamiento de la universidad ni un perjuicio hacia los estudiantes. Se transfirió todo en tiempo récord, priorizando siempre la mejora del sistema educativo", indicó.

Finalmente, Capital Humano hizo un punteo sobre la asignación de los recursos a las universidades públicas, cómo se gestionan y cuáles son, a su juicio, las razones de la movilización: 

1. Rechazo al aumento ofrecido: A pesar de que el financiamiento adicional fue otorgado, los gremios universitarios optaron por rechazar el incremento, lo que evidencia que este paro excede el ámbito salarial. No hay interés en resolver el conflicto; se trata de una postura política promovida por los gremios universitarios.

2. Administración ineficiente de los fondos: Las universidades recibieron $192.000 millones para gastos de funcionamiento, con un aumento del 270%. Aun así, fueron desviados hacia gastos no prioritarios, en lugar de destinarse a la mejora de la calidad educativa. Además, se asignaron $49.000 millones adicionales a hospitales universitarios, de los cuales 94,8% fue solicitado por la UBA.

3. No se dejan auditar: Las universidades, especialmente la UBA, no han rendido cuentas de manera adecuada. El 89% de los fondos transferidos entre 2015 y 2022 aún no fue rendido. 

4. Costo de estudiantes extranjeros: El 21,8% de los estudiantes de Medicina es extranjero, principalmente de Brasil, lo que genera una carga adicional para el sistema universitario público.

5. Irregularidades académicas: Solo el 40,6% de los estudiantes universitarios es considerado regulare, mientras que el 38,4% no tiene información clara sobre su actividad académica.

6. Equidad en el sistema educativo: Las universidades públicas reflejan profundas disparidades sociales, ya que el 61,2% de los estudiantes de la UBA proviene de familias con educación superior completa, financiando así la educación de sectores privilegiados con recursos destinados a los más vulnerables.

7. Transferencias rápidas y eficaces: Hoy, los fondos se transfieren a las universidades en un promedio de 4,6 días, contrastando con los 68,4 días que tomaban las transferencias en administraciones anteriores. Esto garantiza un funcionamiento fluido del sistema educativo.