En la previa a los paros de trenes y colectivos, los estatales y los metrodelegados lideraron una jornada de protestas
Los trabajadores nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), los de la AFIP y los del Subte protagonizaron el reclamo; mientras que el miércoles pararán ferrocarriles y aviones; y el jueves, choferes de ómnibus.
Como consecuencia de la intensificación del conflicto entre el Gobierno nacional y varios grupos de trabajadores, este martes se iniciaron las huelgas de 36 y 24 horas por parte de empleados estatales, entre ellos integrantes de la desaparecida Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). También se efectuó una apertura de molinetes en la estación Federico Lacroze de la Línea B por parte de los metrodelegados.
Las medidas de fuerza fueron la antesala de un paro de transporte -que incluye a trenes y aviones- este miércoles y otro de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que nuclea a la mayor parte de los choferes de colectivos, y se llevará a cabo todo el jueves.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) decidió que su acción de lucha dure 36 horas: el cese de tareas en la Administración Pública comenzó a las 12 del mediodía con una movilización desde el Obelisco porteño hacia el ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, conducido por Federico Sturzenegger, y se extenderá el miércoles.
Con Rodolfo Aguiar a la cabeza, uno de los gremios más numerosos de la administración pública tildó a Sturzenegger como el ideólogo de los recortes y luego fueron reprimidos por las efectivos policiales, a raíz de los disturbios de los manifestantes. De todas formas, los congregados en la Avenida Roque Sáenz Peña 788
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Así, Aguiar había sostenido que "la única manera de evitar que el Estado termine de ser usurpado por los grandes grupos empresarios es estando en la calle" y advirtió: "La gente empieza a tomar conciencia de la estafa. Le mintieron, no había ñoquis ni un Estado sobredimensionado. Este Gobierno protege y se abraza a la casta".
Uno de los principales reclamos de los empleados públicos tiene su origen en la "abrupta pérdida del poder adquisitivo en el Estado Nacional que ya supera el 34% durante la gestión de Javier Milei", detallaron desde ATE en un comunicado, a la vez que denunciaron "la intención del Gobierno de congelar los salarios para lo que resta del año". En este sentido, exigieron la "inmediata reapertura de las paritarias y un aumento" para "recomponer" sus ingresos.
Además, el gremio pidió por el cese de los despidos en el sector y la "inmediata reincorporación de todos los ilegítimamente cesanteados", y rechazó las privatizaciones de las empresas estatales y el "vaciamiento de organismos como el recientemente anunciado en AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos)".
Por ello, los trabajadores de la Aduana -quienes tras la disolución del ente recaudador y la creación de la Agencia Nacional de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) anunciaron un plan de lucha ante "la ausencia de respuestas concretas por parte de las autoridades del organismo"- realizaron además un apagón informático.
Finalmente, el transporte se verá duramente afectado desde este miércoles. Por un lado, la Mesa Nacional de Transporte -que lideran el ala dura de la Confederación General del Trabajo (CGT) y los aeronáuticos-, detendrá sus actividades y afectará tanto los servicios de carga como de pasajeros, incluidos trenes, subtes y aviones, mientras que los colectivos circularán con normalidad.
El jueves, por otra parte, habrá un cese de tareas de los colectiveros, tras el fracaso de las negociaciones salariales con los empresarios en la secretaría de Trabajo, lo cual afectará al servicio de corta distancia del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La serie de medidas de fuerza se completa con el reclamo del sector universitario, en pleno conflicto con el Gobierno por la realización de las auditorías y el presupuesto para las casas de altos estudios, que también llevará adelante un cese de tareas este miércoles. Así lo definió la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), en adhesión "a la convocatoria del sector del transporte y otros gremios", mientras preparan una nueva marcha federal para el 12 de noviembre.