Este jueves, la Unidad Piquetera volvió a manifestarse en las calles pidiendo por la reapertura de los planes sociales y mayor asistencia alimentaria a merenderos y comederos. Desde que asumió el 10 de agosto de 2021, el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, atravesó más de una docena y media de medidas de fuerza de distinto tipo y dimensión. ¿Cuáles fueron las más importantes?

10 de agosto. La asunción de Zabaleta, tras la salida de Daniel Arroyo –que dejó su cargo para encargarse de la campaña como candidato a diputado nacional–, se dio ya en medio de una movilización en el centro porteño por parte del Polo Obrero, que pedía mejoras en los programas de ayuda social. Las primeras palabras que pronunció como ministro fueron: "Conmigo no va a hacer falta cortar calles para poder dialogar". Asimismo, anticipó que en su gestión habría “un Ministerio de puertas abiertas”.

18 de agosto. La calma no duró una semana. Los movimientos de izquierda marcharon desde Puente Pueyrredón hasta el edificio ubicado en Lima y Moreno. El primer “piquetazo y movilización” contra el entonces flamante funcionario nacional. Allí, le reclamaban “miles de salarios del Plan Potenciar Trabajo que el nuevo ministro no paga y que eran parte del acuerdo acordado con Arroyo”.

16 de septiembre. Un mes después, a las 10 de la mañana comenzó la “jornada nacional piquetera” que se llevó a cabo de manera simultánea en 22 provincias. Los referentes de la Unidad Piquetera rechazaron los “planes sociales miserables de montos que están en la mitad de la canasta de indigencia, apenas $ 14.000, el 10% de lo que necesita una familia para vivir”.

21 de octubre. Tras negociar una tregua con Zabaleta, los movimientos sociales no afines decidieron no ir hasta el Ministerio, pero de todas formas realizaron nuevas medidas de fuerza: cortaron durante seis horas el Puente Pueyrredón, impidiendo el paso desde el municipio de Avellaneda.

28 de octubre. La “paz” con el funcionario se cortó una semana más tarde, cuando en medio de una marcha frente al Ministerio, un grupo de manifestantes ingresó por la fuerza y vandalizó las paredes y oficinas del edificio público.

11 de noviembre. Las organizaciones cortaron la Avenida 9 de Julio más de cinco horas con reclamos de mayor asistencia alimentaria a comedores y merenderos.

Juan Zabaleta, ministro de Desarrollo Social y exintendente de Hurlingham.
Juan Zabaleta, ministro de Desarrollo Social y exintendente de Hurlingham.

23 de noviembre. El Polo Obrero encabezó la primera manifestación después de las elecciones legislativas, donde el Gobierno quedó debilitado. En este caso, fue en Plaza de Mayo, donde rechazaron el ajuste, los avances en el acuerdo con el FMI y pidieron aumentos en los planes. “El Gobierno no está atendiendo la emergencia a 20 años del diciembre de 2001 y esto puede terminar mal”, expresaron los referentes.

7 de diciembre. La segunda y tercera semana de diciembre del año pasado estuvo marcada por una serie de medidas de lucha en conmemoración a las dos décadas del estallido social de 2001. Barrios de Pie dio el puntapié inicial en Parque Lezama. Y el Polo Obrero realizó concentraciones y acampes el 11, 19 y 20 de ese mes. En enero, casi se produjo una huelga más por “incumplimientos del Gobierno”, pero una comunicación de la cartera social destrabó el conflicto al garantizar su “compromiso de regularizar la situación de beneficiarios del Potenciar Trabajo y la entrega de alimentos secos para comedores y merenderos”.

15 de febrero. Sin embargo, la siguiente movilización llegó el mes siguiente cuando, frente al Ministerio, los protestantes reclamaron durante cinco horas “más empleo y nuevas aperturas” en los programas sociales. Con el propósito de fomentar el empleo genuino y alejarse de los planes, Zabaleta había cerrado en esas semanas la inscripción de nuevos beneficiarios del Potenciar Trabajo.

9 de marzo. Mientras en el Congreso de la Nación se discutía el proyecto para aprobar el entendimiento con el Fondo Monetario Internacional, las organizaciones de izquierda se congregaron en las inmediaciones para repudiar el ajuste del programa acordado con la entidad multilateral.

16 de marzo. La semana siguiente, volvieron a ocupar las calles. Tras varias jornadas de protesta, pasaron la noche en carpas frente al Ministerio, hasta que ese miércoles se dirigieron por la mañana a la cartera de Trabajo, dirigida por Claudio Moroni, a propósito del incremento del Salario Mínimo Vital y Móvil. Una vez efectuado el aumento, levantaron la movilización.

30 de marzo. Ese mes fue de mucha actividad piquetera. La tercera marcha en menos de tres semanas. Las negociaciones con Zabaleta fracasaron una vez más y bloquearon 10 cuadras de la 9 de Julio, donde también instalaron las carpas, para exigir nuevamente la reapertura de los planes.

14 de abril. Alrededor de las 14.30, la Unidad Piquetera comenzó a concentrar en Plaza de Mayo con la misma consigna y frente a la incomunicación con el Ministerio: "Universalización de los programas sociales y a aumentar su monto, que hoy está en $16.500". Zabaleta por su parte, expresó en ese entonces: "Un conflicto no se resuelve cortando calles sino tratando de ponerse de acuerdo constantemente".

10 de mayo. Una de las más grandes manifestaciones de las organizaciones sociales no afines fue la Marcha Federal Piquetera, una medida de fuerza que duró 48 horas con 300 mil personas en todo el país, de las cuáles 150 mil ingresaron al centro porteño con destino a la Casa Rosada. “Por trabajo y por salario; contra el hambre y la pobreza”, fue la convocatoria, frente a la nueva negativa del ministro de reabrir el Potenciar Trabajo, que para ese entonces contaba con una ayuda de $19.470 para cada beneficiario.

9 de junio. La relación con Zabaleta se recrudeció aún más. Los movimientos sociales esperaban ser recibidos por el ministro, que canceló la reunión. Tras la movilización, en la cartera nacional tildaron la protesta de “desproporcionada y desmesurada”.

16 de junio. La última fue este jueves, preferiado, cuando desde las 8 de la mañana la Unidad Piquetera decidió volver a ocupar las calles porteñas. El exintendente de Hurlingham se encontraba en Paraguay, participando de la cumbre de ministros del Mercosur, y ya había anticipado por séptima vez que no recibiría a los representantes sociales si llegaban precedidos por una manifestación.