Del subsidio al empleo: el Gobierno busca reducir la desocupación con incentivos a las pymes
El oficialismo ya propuso tres programas similares. Los movimientos sociales no están convencidos. La oposición quiere ver el proyecto.
La premisa de la producción y el trabajo empieza a ponerse en marcha en el Frente de Todos. En Balcarce 50 el objetivo es darle entidad jurídica al discurso de convertir planes en empleo genuino. “El plan social es la emergencia. Lo permanente y digno es el trabajo y tenemos que hacerlo por ley, para obligar al Estado a recorrer ese camino”, explicó el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
El martes el presidente Alberto Fernández frente a los empresarios de la Construcción anticipó: “No nos hace feliz que haya tantos hombres y mujeres en la Argentina que perdieron su empleo y hoy viven de la asistencia del Estado”.
“Le digo sí al trabajo y no al desempleo”, finalizó su discurso en ese encuentro. Y al mismo tiempo, el Gobierno anunció el programa “Construir Trabajo e Igualdad” para transformar planes sociales en trabajo sobre obras públicas nacionales, provinciales y municipales para personas beneficiarias de esas asignaciones. Pero el primer antecedente se dio en agosto con los trabajadores rurales: unos 250 mil pasaron a cumplir funciones laborales en el terreno manteniendo la asistencia del Estado.
A esas dos iniciativas, se sumó el proyecto de ley recientemente ingresado al Congreso y que consiste en capacitaciones, herramientas de promoción y de alivio económico para pymes. La intención es que sea un puente entre un plan social y un empleo formal.
“Aporta, pero no alcanza”
El coordinador nacional de Barios de Pie, Daniel Menéndez, dijo a El Canciller que el proyecto de ley “aporta, pero no alcanza”. Y, en ese sentido, argumentó que se trata de “un tema complejo que no va a resolver” el problema del empleo. “Es lo mismo que sancionemos una ley para que mañana seamos todos felices”, ironizó.
“El plan social se transformó en la única respuesta a millones de trabajadores”, asumió el dirigente social. “Vemos poca perspectiva que el plan social pase a un trabajo bajo convenio de una empresa. El desarrollo industrial de Argentina no genera todo el empleo que necesitamos”, explicó Menéndez.
“Hay que encontrar otra salida con una producción de iniciativa personal, con un cuentapropismo, talleres familiares”, propuso el líder de Barrios de Pie. “Nosotros queremos que los planes sociales trabajen en emprendimientos que les permitan construir un ingreso mayor y que se desarrollen”, expuso.
“Coherencia” para acompañar.
Desde la oposición afirman que todavía no conocen el documento y esperan “ver bien la propuesta” para saber si acompañarán o no. No obstante, el diputado nacional Albor “Niky” Cantard explicó a El Canciller que todo proyecto que pueda ser llevado adelante “para generar trabajo sobre la base de planes es positivo”.
“Hay que analizar el proyecto en su conjunto para que no sea más que un anuncio de campaña”, expresó el diputado de la UCR. Y agregó que tiene que “tener coherencia y no ser un manotazo de ahogado que quede en la nada” después del 14 de noviembre. “Si hacemos esto y por otro lado generamos incertidumbre en el sector productivo, probablemente, no tengamos resultados”, argumentó el vicepresidente de la Comisión de Legislación Laboral de la Cámara Baja.
En relación con eso, el abogado especializado en Derecho Laboral explicó: “Estas cuestiones pueden caer en un nuevo fracaso si tomamos otras medidas que van en contra de la generación de empleo”, justificó en referencia a la creación de Comisiones mixtas de Higiene y Seguridad dentro de las empresas que tengan más de 100 empleados.
El diputado teme que con este proyecto pase lo mismo que con el programa “Enganche” que se implementó durante el gobierno de Mauricio Macri. “No tuvimos los resultados que deseamos cuando el país entró en recesión económica”, explicó. En ese marco, sostuvo que “si no hay previsibilidad para el sector empresario y no hay un repunte de la economía cualquier normativa está destinada a fracasar”.