Este viernes, Cristina Kirchner reapareció públicamente en la Universidad Nacional del Oeste, en la localidad bonaerense de Merlo, donde recibió un "Doctorado Honoris Causa" y brindó una clase magistral sobre su texto "Sigue siendo la economía bimonetaria, estúpido", el documento que publicó recientemente en sus redes sociales y que generó un intenso cruce con Javier Milei

En una extensa disertación, la expresidente le sumó un nuevo capítulo a su enfrentamiento dialéctico con el mandatario, a quien cuestionó duramente por vetar la reforma previsional sancionada recientemente por el Congreso, lo mismo que a los diputados radicales que cambiaron su postura y apoyaron el rechazo del libertario a la normativa que, entre otros puntos, otorgaba un aumento del 8,1% a los jubilados.

"Esos cinco radicales se dieron vuelta porque les compraron el voto, lisa, llana y literalmente. Con la casta de la que Milei hablaba es con la que pudo joder a los jubilados", expresó. 

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También la emprendió contra la gestión del Gobierno libertario, al que le pidió un "enfoque más pragmático" y "alejado de las teorías foráneas". "Mire Presidente: largue a Milton Friedman, largue la escuela austríaca, cace el manual argentino y, por favor, siéntese a administrar el país", ironizó.

Al referirse al plan económico, la exvicepresidente fue categórica: "La gracia está en que la gente coma y que puedas administrar el Estado también". El hecho de que "se mueran todos de hambre y a vos te sobre la plata es fantástico", indicó.

"No pagando deudas, ahogando a provincias, no haciendo obras públicas ni hospitales... así cualquiera", planteó antes de sostener que su Gobierno "completó un ciclo del 2003 al 2008 de superávit fiscal con crecimiento e inclusión social".

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En otro tramo de su discurso, Cristina habló sobre los precios y la deuda. "Milei habla de que la inflación tiene un rezago de 18 a 24 meses. Le disculpo, pero él no tiene un plan de estabilización". En ese sentido, comparó la situación actual con el Plan Austral de 1985, al afirmar que en ese entonces la inflación, que estaba en torno al 28-30% mensual, se redujo al 5-6% al mes siguiente de su implementación, porque "para controlarla son necesarias medidas concretas, no teorías".

"¿Desde cuándo tenemos que tener dólares en el Banco Central para pagar la deuda?", preguntó sarcásticamente. "Y ahí hace un giro y dice: ‘pero yo no tengo nada que ver con la deuda’. ¿De dónde salió la deuda? No nació de un repollo. Y usted lo sabe", enfatizó, reprochando al jefe del Estado por intentar deslindarse de esa problemática.

También acusó al líder de La Libertad Avanza de promover una visión distorsionada de la historia argentina. "Milei ha creado una imagen de un paraíso perdido y es la de la Argentina de hace 100 años, como primera potencia mundial, que no resiste a la más mínima historia comparada", expresó. "Basta de engañar a los pibes argentinos con esta teoría", apuntó. "¿Por qué te creés que vino el peronismo, hermano? A ver si los gorilas en este país se avivan un poco alguna vez", resaltó.

Cristina tampoco ahorró críticas para el ministro de Economía, al recordar el paso del funcionario por el Gobierno de Mauricio Macri: "Tiene dos versiones. Luis ‘Toto' Caputo 1 fue el que durante la administración de Cambiemos tomó deuda por USD 100.000 millones con un bono a 100 años y la número 2 luego promovió el acuerdo con el FMI para poder financiar la fuga de capitales". 

Acto seguido, volvió a fulminar a Milei, al asegurar que, como el Presidente "no consiguió los dólares para la dolarización que había prometido, sueña con la competencia de monedas". Esto es, explicó, que la clase media "saque los dólares que tiene encanutados" para pagar sus gastos corrientes y deudas y "remonetizar" Argentina.

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Asimismo, cuestionó las formas del mandatario, al aseverar que sus "palabras inapropiadas son peligrosas, especialmente para los más jóvenes". "Ver a un Presidente recurrir todo el tiempo a expresiones como ‘niños envaselinados’, un gesto que no se sabe si es ornalismo o fálico, es preocupante", afirmó. "Los niños prestan atención a esas cosas y él debería dar el ejemplo", consideró, antes de opinar que "la palabra de un jefe de Estado tiene que ser sanadora, no violenta".

También hubo un "palito" para Victoria Villarruel, cuando recordó el voto adverso en 2008 de su entonces vicepresidente, Julio Cobos, durante la sesión del Senado por la controvertida resolución 125, que establecía un esquema de retenciones móviles para el campo, que rechazaba aquella medida.

"Después hablan de algunas vicepresidentas... Yo, una pinturita", ironizó en un intento por diferenciarse de la actual número 2 del Ejecutivo nacional.

Finalmente, aludió a la Confederación General del Trabajo (CGT), al manifestar que "la tarea" que tiene por delante la principal central sindical del país es "abordar el impacto del creciente trabajo informal en Argentina, que ha generado un nuevo desafío para la representación gremial".