La crisis económica golpea fuertemente al Gobierno desde distintos flancos. Ante la falta de una recuperación sostenida en los ingresos, la acelerada inflación y la inestabilidad cambiaria, los distintos sectores de la sociedad argentina reclaman parte de la torta. Los movimientos sociales exigen una mayor ayuda estatal a los más vulnerables y los sindicatos piden paritarias más justas, mientras que el empresariado se muestra reacio a ellas y el agro protesta por menos impuestos. ¿Cómo se ubica y qué reclama cada actor en la puja distributiva?

Campo. La Mesa de Enlace convocó a un cese de comercialización de 24 horas para este miércoles en todo el país. No habrá cortes en las rutas, pero sí un acto central en Gualeguaychú, donde estarán presentes los presidentes de Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino; de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes; de Federación Agraria (FAA), Carlos Achetoni; y el vicepresidente de Coninagro, Elbio Laucirica. Los reclamos tienen que ver con lo que consideran una alta presión impositiva al sector y con los faltantes y sobreprecios de gasoil y los fertilizantes en una gran parte de las provincias. "No estamos de acuerdo con este paro, no conduce a nada", comunicó el jefe de Gabinete, Juan Manzur, como respuesta a las medidas de fuerza.

Movimientos sociales. A raíz de los últimos anuncios económicos de la ministra Silvina Batakis, distintos dirigentes vinculados al kirchnerismo salieron a repudiar las medidas. Uno de ellos fue Juan Grabois. El líder del MTE y Patria Grande sostuvo que “la desilusión (con el Gobierno) es muy grande” y lanzó: "No sé qué hago en el Frente de Todos, estoy a punto de irme”. En paralelo, el conjunto de los movimientos sociales exige la implementación del Salario Básico Universal (SBU), un monto fijo destinado a los sectores de la economía popular. Sin embargo, Batakis descartó la posibilidad de llevarlo a cabo en el corto plazo.

Sindicatos. Un sector del sindicalismo –la CTA y el moyanismo– también tomó distancia de los anuncios de la sucesora de Guzmán. "Fue un mensaje a los mercados, primero está la gente que la pasa mal”, planteó Pablo Moyano, cotitular de la CGT. Además, producto de la alta inflación, la UOM –uno de los gremios más importantes del país– exigió la reapertura de sus paritarias después de que Abel Furlán desplazara a Antonio Caló como secretario general. Por el fracaso de las negociaciones, el sindicato iniciará medidas de fuerza este miércoles.

Empresarios. Los empresarios del sector metalúrgico pretenden mantener el aumento del 60% hasta marzo de 2023 inicialmente acordado; mientras que la UOM exige un 65% hasta octubre de este año. En el resto de los rubros, el empresariado mira con preocupación la posibilidad de tener que resignar algo de su margen de ganancia. En el caso de los supermercados, a causa de la inestabilidad inflacionaria y cambiaria, comienzan a verse problemas de abastecimiento en algunas góndolas. Dos semanas atrás, por las medidas del Banco Central para limitar las importaciones frente a la escasez de dólares, la UIA salió al cruce. “No se puede parar la producción”, criticó su titular, Daniel Funes de Rioja.