El presidente Alberto Fernández finalmente no viajó a la Antartida por las celebraciones del 25 de Mayo y, en cambio, protagonizó una jornada patriótica con distintas actividades que comenzaron temprano por la mañana junto al acompañamiento de sus funcionarios, siguió en la Catedral con su participación en el tradicional Tedeum y terminó con un locro popular en el Conurbano bonaerense. En el medio, dejó una serie de mensajes hacia la interna del Frente de Todos (FDT).

Desayuno y respaldo. Por la mañana, el mandatario llegó a la Casa Rosada para compartir un desayuno con gran parte de su Gabinete nacional. Desde allí, fue caminando hasta la Catedral, a pocos metros, acompañado de Sergio Massa, de gran parte de sus ministros y secretarios –entre ellos Juan Manzur, Martín Guzmán, Santiago Cafiero, Aníbal Fernández, Juan Cabandié, Jorge Taiana, Martín Soria, Julián Domínguez, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, Gabriela Cerruti, Gustavo Beliz, Julio Vitobello, Juan Ross, Miguel Pesce y Mercedes Marcó Del Pont– y otras figuras de peso dentro del albertismo como la diputada Victoria Tolosa Paz. En un contexto de recrudecimiento de la interna, el jefe de Estado consiguió una foto clásica de respaldo de los suyos.

Alberto Fernández caminando junto a su Gabinete.
Alberto Fernández caminando junto a su Gabinete.

Interna. Antes de salir de la Rosada, el Presidente sorprendió con algunas declaraciones a los medios presentes y dejó un claro mensaje hacia dentro: "Es necesario más unidad que nunca. La unidad depende de nosotros, es una decisión de cada uno de nosotros. Necesitamos unir esfuerzos, yo no quiero que piensen como yo, que cada uno piense como piense, pero lo primero, la gente”. Así, Fernández envió un mensaje pacificador para el resto de la coalición gobernante.

La palabra del arzobispo. En la Catedral –donde también estuvo presente el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta– el jefe de Estado saludo a las autoridades locales de la Iglesia. Mario Poli, arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, también se refirió implícitamente a las diferencias en el Gobierno durante su discurso al referirse a “las tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos”. Además, advirtió que el pan “falta en tantas familias” y llamó a cubrir las necesidades básicas: educación, salud y justicia. Después, Fernández se acercó a Poli y le comunicó que suscribe a “cada palabra” de lo que expresó el cardenal, que le regaló al mandatario un rosario para su hijo Francisco. Más tarde, el mandatario afirmó: "Adhiero 100% a las palabras de Poli".

El arzobispo Mario Poli junto al presidente Alberto Fernández, durante el Tedeum.
El arzobispo Mario Poli junto al presidente Alberto Fernández, durante el Tedeum.

Locro. Pasadas las 15, Fernández llegó al municipio bonaerense de Florencio Varela, donde asistió a un locro popular organizado por el referente nacional de Movimiento Evita Emilio Pérsico y junto a miles de militantes de las organizaciones sociales. Cuando llegó, le preguntaron por la reciente renuncia del secretario de Comercio Interior, frente a lo cual solo se limitó a responder: "Roberto (Feletti) lamentablemente decidió irse y trajimos a una persona muy capaz". Después, pareció enviar otro mensaje, pero esta vez a Máximo Kirchner, que días atrás había planteado que para "mandar" primero es necesario "saber obedecer". "Necesitamos respetarnos en la diversidad. No tenemos por qué pensar ni obedecer la misma lógica", sostuvo Fernández.