En un día convulsionado por el paro general convocado por la CGT para manifestarse en contra del megadecreto y la Ley Ómnibus, el vocero presidencial Manuel Adorni brindó una nueva conferencia de prensa, en la que resaltó que “no se puede dialogar con quienes no quieren que el país salga adelante”. 

Además, remarcó que la medida adoptada por los sindicalistas “genera una pérdida de dinero a muchísimos argentinos” y "va en contra de lo que muchos ciudadanos quieren”.

“La verdad es que encontrar hoy una vía de diálogo con gente que intenta complicarle la vida al resto, que no dejan de ser un grupo minoritario, que muestran un costado bastante antidemocrático y republicano, no se puede. No se puede dialogar con quienes no quieren que el país salga adelante”, apuntó el portavoz. 

Siguiendo la misma línea, recordó que la línea 134 “sigue abierta”, para aquellas personas que quieran denunciar extorsiones y amenazas para sumarse a la medida de fuerza.

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“A uno le queda la triste sensación de que el paro, tal vez, se haya transformado en algo más político que sindical o defensa de los trabajadores”, remarcó Adorni. 

Por otra parte, adelantó que la marcha “va a traer pérdidas de muchos millones de dólares”, aunque aclaró: “Todo está dado para que sea un día normal. Hay un protocolo vigente que se va a cumplir tal y como corresponde”.

Mientras Adorni hablaba, la Plaza de los Dos Congresos ya se convertía en el epicentro de la marcha. El Polo Obrero y muchos gremios se movilizaron por la Avenida de Mayo, desafiando al protocolo impuesto por el ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich. 

En tanto, un grueso cordón de efectivos de la Prefectura Naval Argentina (PNA) y de la Policía Bonaerense cortaron desde las 11 una de las subidas del Puente Pueyrredón, desde la localidad de Avellaneda hacia Capital Federal, impidiendo que un grupo de manifestantes lo cruzara a pie.