Recta final hacia la aprobación del refinanciamiento de la deuda en moneda extranjera de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Con 16 firmas sobre 17, hubo dictamen favorable este martes en la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado en una reunión que duró apenas 12 minutos y no pareció haber grandes reparos por parte de la oposición. El objetivo del Gobierno es que el entendimiento se debata en el recinto este jueves para llegar bien con los tiempos para la promulgación y el giro al directorio del organismo multilateral antes del 22 de marzo, cuando vencen U$S 3.200 millones que el país no puede pagar.

Un palo más en la rueda

El pasado domingo, la administración nacional dispuso a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca dirigido por Julián Domínguez el cierre de las exportaciones para los subproductos derivados de la soja –como la harina y el aceite– en un contexto de escalada de los precios internacionales de los commodities producto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Pero, ¿qué tiene que ver la medida que afecta al sector agroexportador con la autorización del acuerdo con el Fondo en el Congreso?

Para Juntos por el Cambio (JxC), tiene mucho que ver. El lunes por la mañana, la presidenta del PRO Patricia Bullrich, embanderada del halconismo más puro, convocó a una reunión extraordinaria de la Mesa Nacional para oponerse a lo que en la oposición consideraron el comienzo de un camino que presumen que redundará en un incremento de retenciones para el campo. La exministra de Seguridad, entonces, empezó a promover la idea de aprovechar las urgencias del oficialismo para evitar la suba tributaria para el agro.

Lo cierto es que, para saltearse los siete días que el reglamento establece como plazo para que el proyecto llegue al recinto, el Frente de Todos (FDT) necesita el apoyo de los dos tercios de la Cámara alta, algo imposible sin el acompañamiento de la bancada presidida por el radical Alfredo Cornejo. En los despachos de las autoridades del interbloque opositor intentaron marginar la idea y aseguraron a El Canciller que “lo de las retenciones no tiene nada que ver” con la habilitación –o no– del tratamiento sobre tablas.

El ministro apaciguador y la reunión pendiente

Bullrich quedó en soledad: ni el radicalismo ni la Coalición Cívica-ARI (CC-ARI) se mostraron receptivos. El encuentro entre los popes cambiemitas se pasó para este martes a las 15, pero por problemas en la agenda del presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) Gerardo Morales, se volvió a posponer. Finalmente, el miércoles por la mañana JxC se reunirá para definir cuál será la postura parlamentaria y si permitirá el debate anticipado o no.

El interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, presidido por Alfredo Cornejo.
El interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, presidido por Alfredo Cornejo.

La medida del Gobierno molestó en toda la coalición opositora, es cierto; pero las últimas expresiones de funcionarios nacionales calmaron los ánimos. En su ponencia en la Comisión de Presupuesto, el ministro Martín Guzmán descartó: “No se está contemplando un incremento en los derechos de exportaciones de los granos, el trigo, el maíz, el girasol, el poroto de soja y los demás granos". Por su parte, la portavoz oficial Gabriela Cerruti afirmó que "se están estudiando una cantidad de medidas", pero luego aclaró que "ninguna de ellas es la suba de la retención a la producción de maíz, la soja o el trigo".

“Estaban medio calientes, pero se fue aflojando por las declaraciones de Presidencia”, confió a este medio un halcón del PRO con pocas plumas. Cerca de Morales reconocieron que el tema del cierre parcial de las exportaciones “jode”, pero plantearon: “No queremos mezclar los tantos, salvo algunos qué quieren meter esos temas, que irritan por parte del ejecutivo que no se cansa de generar conflictos”.

En el entorno del gobernador de Jujuy afirmaron que en la reunión del miércoles “algunos van a querer plantear que, si el Gobierno no se expide bien en cuanto a las exportaciones y retenciones, se debería obstruir” el tratamiento. “Pero no va a ocurrir eso”, garantizaron. Al igual que en Diputados, los más radicalizados empujan a la coalición a una postura más dura con el oficialismo en la Cámara alta, pero desde la bancada dirigida por Cornejo prometen que, a diferencia del recinto aledaño, no habrá voto dividido ni ausentes, dado que en el interbloque de senadores “está la cosa más homogénea”.