Cuatro años después del crimen de Fernando Báez Sosa, Máximo Thomsen, uno de los cinco rugbiers condenados a cadena perpetua, rompió el pacto de silencio que habían mantenido los acusados desde el 18 de enero de 2020, cuando ocurrió el asesinato en Villa Gesell, y aseguró que no existió un plan premeditado ni tampoco intención de matar aquella trágica noche.

En la primera parte de una extensa entrevista que concedió al programa Telenoche, de eltrece, desde el penal bonaerense de Melchor Romero, donde se encuentran alojados los ocho rugbiers condenados, Thomsen afirmó, entre llantos, que no se siente un asesino y que, si pudiera, "volvería el tiempo atrás para que nadie tuviera que perder una vida".

"Tengo un gran cargo de conciencia. Nunca, ni yo ni mis amigos, quisimos que esto pasara", destacó el joven de 24 años, quien relató que el grupo de rugbiers se enteró de la muerte de Báez Sosa cuando la Policía allanó la vivienda en la que se hospedaba.

TE PODRÍA INTERESAR: "El campamento del horror": denunciaron que un profesor abusó de alumnas de séptimo grado en Neuquén

"Yo tomé conciencia de que se había muerto una persona la primera noche que dormí en la comisaría de Gesell", remarcó.

En el primer tramo de la entrevista, el periodista Rolando Barbano le preguntó si tenía antecedentes de violencia en la ciudad bonaerense de Zárate, de donde son oriundos los rugbiers, y Thomsen respondió que varias veces se había peleado afuera de los boliches. "No estoy orgulloso de eso. Incluso lo he tratado con psicólogos. Pero es lo que ocurre afuera de los boliches. O aprendés a pelear o te pasan por arriba", comentó.

Thomsen señaló que no consumía drogas, pero indicó que tomaba "mucho alcohol" para divertirse. Incluso, reconoció que llegó "borracho" al boliche Le Brique aquel fatídico 18 de enero.

Asimismo, negó haberse peleado con Báez Sosa en el interior de la discoteca, aseguró que fue la víctima quien le pegó en Le Brique a su amigo Matías Benicelli, otro de los condenados a perpetua, y afirmó que el grupo "nunca habló de ir a buscar a Fernando" cuando todos fueron echados por la seguridad del boliche.

X de ElCanciller.com

También responsabilizó a Báez Sosa por haberse burlado de uno de sus amigos en la calle, lo que, a su juicio, provocó la "la pelea" fatal.

"Yo vi a mis amigos peleando, y fui atrás y me metí en el grupo. Y empecé a tirar patadas al aire", sostuvo Thomsen antes de señalar que su amigo Enzo Comelli le asestó el primer golpe a Báez Sosa y que Ciro Pertossi fue quien le propinó una patada en la cabeza cuando la víctima ya estaba inconsciente, tirada en la vereda al lado de un cantero.

Horas antes de que se difundiera esta primera parte de la entrevista, Graciela, la madre de Fernando, compartió una historia en Instagram. "Podrán hablar de arrepentimiento, de llanto, de ´su libertad´, pero la única víctima es, fue y será Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes", dice el posteo, que acompañó con una foto que la muestra junto a su marido y a su hijo.

Semanas atrás, Thomsen le solicitó a la Suprema Corte de Justicia bonaerense que se le revoque la sentencia, al argumentar que no quedó probado que él le hubiera pegado a la víctima. 

A través de su nuevo abogado, Francisco Oneto, el rugbier pidió la nulidad del juicio, al apelar el fallo de la Cámara de Casación Bonaerense que confirmó la condena a perpetua para él, Ciro Pertossi, Comelli, Benicelli Luciano Pertossi. En tanto, Ayrton ViollazBlas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años de cárcel como partícipes secundarios.   

En su planteo, Oneto, que pidió que se sustancie un nuevo juicio, argumentó que su antecesor, Hugo Tomeino realizó un trabajo eficiente dado que priorizó el interés del grupo de acusados por el asesinato en desmedro del de Thomsen.

También reclamó que se aplique el artículo 95 del Código Penal, esto es el homicidio en riña, que prevé pena de dos a seis años de prisión.    

Los ocho condenados están todos juntos detenidos en el penal bonaerense de Melchor Romero. El Máximo Tribunal provincial no es la última instancia judicial, ya que aún tienen la posibilidad de apelar ante la Corte Suprema de la Nación.