La jueza Yamile Bernan procesó este miércoles “como autor de homicidio agravado para consumar otro delito" y “por robo agravado por su comisión con armas” a Isaías Suárez, el hombre de 29 años que fue detenido por el crimen en los bosques de Palermo del ingeniero civil Mariano Barbieri, informaron fuentes judiciales.

En un fallo de 38 páginas, difundido por la agencia Télam, la jueza le trabó a Suárez, que continuará detenido con prisión preventiva, un embargo de $60 millones sobre sus bienes, al tiempo que sobreseyó a un segundo sospechoso, de nacionalidad venezolana, que había sido apresado al comienzo de la investigación.

Para la jueza, "para apoderarse del teléfono de la víctima, Suárez la atacó por sorpresa, en horario nocturno, y sin mediar palabras le propinó una puñalada en el pecho que le provocó las lesiones que condujeron a su muerte". Según Bernan, "no puede soslayarse el alto grado de violencia que el imputado desplegó para cometer el evento investigado, que amerita mantenerlo privado de su libertad".

Respecto a la mecánica del hecho, la magistrada consideró que "no existió un amedrentamiento previo a la víctima para conseguir que le entregase el teléfono, ni tampoco comenzó intentando arrebatárselo por la fuerza, sin recurrir al cuchillo que llevaba, sino que, sin mediar palabra, y aprovechando que Barbieri se encontraba sentado en el suelo, con las piernas cruzadas y desprevenido, le propinó directamente la puñalada letal en el pecho".

Entre las pruebas valoradas, Bernan destacó que, "al momento de ser detenido, Suárez llevaba puesta una gorra y bufanda (esta última con rastros de sangre humana) de idénticas características a aquellas que vestía la persona que surge de las imágenes fílmicas". Además, señaló que, al ser examinado tras su captura, el acusado presentaba "lesiones en sus manos, hombros, pecho y espalda, compatibles con la pelea descripta" por un testigo presencial del asalto a Barbieri y que la data de las mismas era "concomitante al día del hecho".

A su vez, la jueza también recordó los antecedentes penales de Suárez, quien "registra seis condenas en un plazo menor a diez años y fue declarado reincidente en cinco ocasiones".

El crimen de Barbieri fue cometido cerca de las 22.45 el 30 de agosto pasado, cuando el ingeniero de 42 años salió de la casa de un amigo en la que circunstancialmente ese día paraba y se encaminó hacia el Parque Tres de Febrero para ver la luna llena, según dijeron sus allegados. En esas circunstancias fue abordado por un delincuente armado con un cuchillo tipo "Tramontina", que lo apuñaló en medio de un forcejeo para robarle el teléfono celular, con el que huyó y que hasta ahora no fue encontrado.

Barbieri, herido, logró cruzar la avenida Del Liberador e ingresar en una heladería situada en la esquina con la calle Lafinur, donde frente a empleados y clientes se desplomó luego de decir "No me quiero morir". Finalmente, el hombre falleció en el Hospital Fernández.

En base al análisis de las cámaras de seguridad de la Ciudad y particulares, y a la declaración de un testigo del ataque que paseaba a su perro por el parque cuando vio que apuñalaban a Barbieri, los investigadores lograron identificar y detener a Suárez el lunes 4 de septiembre en el interior del Barrio 31, de Retiro.

Ese hombre fue reconocido por un testigo en una rueda de presos como la persona que escapó del lugar del homicidio, pero al ser indagado por la jueza Bernan negó haber cometido el hecho, según fuentes judiciales.

Los investigadores reconstruyeron con al menos 15 cámaras el recorrido que en 56 minutos hizo el presunto homicida para llegar a la escena del crimen y huir de ella rumbo al Barrio 31, donde incluso ante un conocido se jactó de haberle dado "un puntazo" a la víctima para robarle el celular. "Me mandé una cagada: uno se me paró de manos, se trabó y luchó", le dijo el sospechoso a esa persona, según lo que reconstruyeron los investigadores.

La familia del ingeniero realizó el viernes pasado una marcha para pedir justicia bajo el lema “No me quiero morir”, las últimas palabras pronunciadas por Barbieri, que estaba en pareja y tenía un bebé de meses.