Por primera vez desde que se dictó sentencia, los ocho rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa salieron de la cárcel de Melchor Romero para acudir a una audiencia clave. En la misma, la defensa de los jóvenes comenzó el proceso de apelación de las penas dictadas por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores el pasado 6 de febrero. 

Los jueces de la Sala II que estuvieron a cargo de la audiencia fueron Mario Kohan, Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño. También estuvieron presentes los padres del joven asesinado, Silvino y Graciela.

Los rugbiers fueron trasladados desde la prisión hasta la Cámara de Casación bonaerense, situada en La Plata, con una hora de antelación al comienzo de la audiencia. 

"Estuvo bien la audiencia. Cada uno presentó su parte y seguimos confiando plenamente en los doctores que nos representan y en el fiscal. Esperemos que la Justicia sea perpetua para todos", dijo Graciela al salir del recinto. Y agregó: "Fue muy difícil volver a ver a los asesinos de mis hijos. Lo siento en el corazón que fue en las manos de ellos que terminó la vida de mi hijo, no sé como describirlo".

La defensa, encabezada por Hugo Tomei, busca que Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Ciro y Luciano Pertossi, condenados a prisión perpetua por “homicidio doblemente agravado, por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía en concurso real con ideal con lesiones leves”, sean encontrados culpables por “homicidio en riña”.

Por otro lado, el abogado intentará que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, condenados a 15 años de prisión por ser partícipes secundarios del mismo hecho, queden absueltos. En contrapartida, la fiscalía y la querella aspiran a que estos tres rugbiers sean encontrados culpables por el homicidio y también se los sentencie a prisión perpetua.

Antes de la audiencia, los representantes de los papás de Fernando indicaron que se trata de una formalidad que corresponde con el proceso penal que normalmente tiene un detenido. Con relación a cómo moviliza a Silvino y Graciela este nuevo capítulo del caso, Fernando Burlando contó: “Para ellos es todo muy fuerte, les genera angustia, les trae muchísimos recuerdos”.

Sin embargo, sostuvo que, a pesar de que volverían a ver la cara de los jóvenes que asesinaron a Fernando, no será peor que lo que vivieron durante el juicio: “Ahí vieron como mataban a su hijo más de mil veces reproducido en imágenes”, sostuvo.

Crimen de Fernando Báez Sosa

El 20 de enero de 2020, a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, Fernando Báez Sosa fue asesinado por un grupo de ocho rugbiers que lo increparon, golpearon y patearon, después de una discusión que se produjo en el interior del local bailable. 

La víctima se encontraba tomando un helado con sus amigos, cuando los jóvenes de Zárate los increparon y desataron una pelea en la vía pública, provocando la caída de Fernando al piso, a quien le continuaron pegando, a pesar de que se encontraba inconsciente. 

Una vez consumado el crimen, los rugbiers retornaron a su hospedaje, donde se deshicieron de la ropa que contenía manchas de sangre y luego fueron a un local de comida rápida.

Según pudieron indicar las pruebas, los culpables se enteraron del fallecimiento de Fernando poco después del hecho. Esto trascendió producto de un mensaje audio que envió Lucas Pertossi al grupo de WhatsApp en el que revela que había “caducado”. Horas más tarde fueron detenidos por la policía bonaerense.