Después de que la Cámara de Casación Penal bonaerense desestimara el jueves el fallo que había anulado la investigación contra Julio “Chocolate” Rigau y dejara firme la orden de detención del juez Guillermo Atencio, la Policía se dirigió este viernes a arrestarlo, pero no encontró en su domicilio al puntero peronista que fue sorprendido vaciando tarjetas de débito de supuestos empleados de la Legislatura.

“Fuimos y nos dijeron que no se encontraba ahí. No allanamos la casa porque no teníamos orden. Sí se pidió la captura. Ahora lo buscan todas las fuerzas policiales”, indicaron al canal de noticias TN fuentes del Ministerio de Seguridad que conduce Sergio Berni

“También nos pidieron que cuando lo detengamos sea traslado al Servicio Penitenciario, no a una comisaría", añadieron.

TE PODRÍA INTERESAR: La Justicia reabrió la causa de “Chocolate” Rigau y ahora resta definir si se perita su celular

Este jueves, la resolución de la Casación Penal revocó en duros términos la decisión de los camaristas Juan Benavides y Alejandro Villordo, quienes habían decretado nulo el caso porque consideraron que la detención de Rigau, el 9 de septiembre pasado, se llevó a cabo sin previa autorización judicial.

Aquel día, el puntero fue sorprendido en un cajero automático del Banco Provincia situado en el centro de La Plata con 48 tarjetas de débito, una bolsa negra con $1,2 millón y un cuaderno con las claves de los plásticos.

El miércoles, Atencio, juez de garantías de La Plata, suspendió la pericia en la que se iba a abrir el teléfono de “Chocolate”, atendiendo el pedido de la defensa del puntero, en virtud de que la causa había sido declarada nula.

Con la reapertura del caso, la fiscal Betina Lacki no debería tener inconvenientes para proceder con el peritaje al celular de Rigau.

La fiscalía espera además escuchar como testigos a los miembros de la Legislatura Bonaerense que figuran como titulares de las tarjetas que tenía el acusado en su poder, para determinar de qué trabajan los supuestos empleados que percibían $580.000 mensuales y a los que en teoría Rigau les cobraba el sueldo.

Lacki quiere establecer dónde trabajaban, quién es su jefe y bajo qué régimen laboral, ya que sospecha que se trata de "ñoquis" que estaban anotados como trabajadores y cobraban parte del sueldo o alguien lo percibía por ellos.