Trepó al menos a 112 la cantidad de muertos por los devastadores incendios forestales en Chile
El fuego, con foco en Valparaíso, arrasó también otras regiones del centro y del sur del país andino. El presidente Boric declaró el "estado de excepción por catástrofe" y anticipó que se esperan más víctimas.
La cantidad de fallecidos por los incendios forestales sin precedentes en Chile subió a 112, según confirmó el Ministerio del Interior del país andino, mientras que el presidente Gabriel Boric calificó la crisis como "la tragedia más grande desde el terremoto de 2010" que dejó más de 500 muertes.
Con varios focos extintos cerca de los cerros más poblados de la zona de Valparaíso y otras localidades del centro donde el fuego causó estragos el viernes, empezaron a verse colinas residenciales reducidas a cenizas y largas hileras de autos en las calles. Se desconoce si son vehículos estacionados o de personas que intentaban evacuarse.
Macarena Ripamontil, alcaldesa de la cercana Viña del Mar, otra de las comunas también muy afectadas por el fuego, indicó que se recibieron 372 denuncias de personas desaparecidas, según la agencia Europa Press. La zona balnearia, 120 kilómetros al noroeste de Santiago, fue una de las zonas más castigadas por los peores incendios forestales que vivió Chile en su historia reciente, que la titular del Ejecutivo municipal calificó como una "catástrofe sin precedentes".
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Como consecuencia de la desesperante situación, Boric visitó algunas zonas devastadas y decretó dos días de duelo nacional por las víctimas. En la tarde del domingo había señalado que el número de víctimas iba a crecer "significativamente" en las siguientes horas debido a la magnitud de las llamas; mientras bomberos, soldados y brigadistas batallaban para apagar varios focos en el centro y sur del país.
Las autoridades chilenas estiman que la cifra de heridos y muertos seguirá en aumento debido a las múltiples áreas afectadas de manera simultánea, con epicentro en la región de Valparaíso, hogar de casi un millón de habitantes, sede del Congreso y de uno de los principales puertos del país vecino. Además, el fuego estaba activo en las regiones centrales O`Higgins, Maule y Ñuble y la sureña La Araucanía.
"Estamos juntos, todos, combatiendo la emergencia. La prioridad es salvar vidas", dijo el mandatario en un mensaje a la nación, donde agregó que tomó la decisión de mantener el toque de queda y reforzar la presencia de militares en las zonas más afectadas. "A este momento, puedo tristemente confirmar la cifra oficial de 64 fallecidos", remarcó luego de que horas antes declarara el "estado de excepción por catástrofe".
Asimismo, Boric agregó: "Sabemos que esa cifra va a crecer, va a crecer significativamente (...) estamos frente a una tragedia de magnitud muy grande". Según las autoridades, se trata de la peor desde el potente terremoto que en 2010 dejó medio millar de muertos.
Mientras los socorristas buscaban sofocar las llamas y asistir a las víctimas, el fuego también obligó a detener la refinería Aconcagua, la segunda más grande de Chile, ubicada a unos 15 kilómetros al norte de la ciudad costera Viña del Mar, también fuertemente afectada por los incendios.
"Hago un llamado a seguir las indicaciones, ser responsables y no exponerse a riesgos innecesarios", había indicado previamente el mandatario trasandino a través de su cuenta de X, y convocó al Comité de Gestión del Riesgo de Desastres para ofrecer los primeros balances de los daños y los afectados por las llamas, que se propagaron con ferocidad en cuestión de horas por las condiciones de calor extremo.
El fuego, que aún no está controlado, destruyó más de un millar de viviendas en distintas localidades de la región centro y centro-sur de Chile.