Este lunes, Daniel Ortega comenzó su quinto mandato presidencial en Nicaragua tras polémicas elecciones que generaron la desconfianza de gran parte de la comunidad internacional y denuncias de violaciones a los Derechos Humanos. En su acto, estuvo en representación de la argentina el embajador Daniel Capitanich, pero lo que generó más revuelo fue la presencia de Mohsen Rezai, un importante funcionario iraní acusado de haber participado en la planificación y ejecución del atentado más recordado en la historia argentina.

Su designación en agosto pasado como vicepresidente de Asuntos Económicos de Irán –cargo que ocupa actualmente– ya había sido repudiada por la Cancillería. En 2014, bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se había pedido la inmediata extradición del militar para que fuera juzgado en los tribunales de Buenos Aires.

En el momento en que se produjo el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, Rezai era comandante del ejército de elite denominado la Guardia Revolucionaria. Desde entonces, pesa sobre él una alerta roja de captura de Interpol por el homicidio calificado de 85 personas agravado por el móvil de odio racial o religioso.

Ahmad Vahidi era el responsable de la Fuerza Al-Quds y también tiene encima una circular roja de Interpol. La Unidad Fiscal AMIA consideró “debidamente probado” que “formuló la proposición concreta de llevar a cabo un atentado” en la Argentina, que “dicha propuesta fue discutida en el seno de la oficina de inteligencia, de la cual tanto Vahidi como Rezai formaban parte” y que la Fuerza Al-Quds quedó además a cargo de “la implementación de la operación”.

Mohsen Rezai en la reasunción de Daniel Ortega.
Mohsen Rezai en la reasunción de Daniel Ortega.

La acusación de su propio hijo

Ahmad Rezai, hijo mayor del actual funcionario iraní, escapó de su casa en 1998. A sus 22 años, llegó a Estados Unidos junto a un amigo en calidad de refugiado político. Allí brindó una serie de entrevistas y, en una de ellas, señaló a su propio padre como responsable del atentado a la mutual cuatro años antes.

En 2005, después de algunos acercamientos con hombres aliados a su familia y a pesar de que Mohsen había dicho que en caso de volver le corresponderían las consecuencias de un traidor, Ahmad decidió regresar a Irán. No obstante, no fue detenido y al llegar dijo que todo lo que había declarado en Norteamérica había sido falso. Meses más tarde, volvió a Estados Unidos con su esposa e hija. Su historia terminó en 2011, cuando encontraron su cuerpo sin vida en un hotel de Dubai, en un caso que nunca fue esclarecido.

El repudio de Cancillería

Después de conocerse la noticia de la presencia del dirigente iraní, la Cancillería rechazó su aparición en el acto y expresó en un comunicado: “La Argentina reitera, como lo ha hecho en agosto pasado ante la designación de Rezai como vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán, que su presencia en Managua constituye una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido el 18 de julio de 1994″. Además, en el documento se exigió una vez más que el Gobierno iraní coopere para que “las personas que han sido acusadas sean juzgadas por los tribunales competentes”.