El grupo terrorista Hezbollah lanzó este domingo desde el Líbano unos 115 cohetes contra Israel -responsabilizado por una serie de explosiones días atrás-, que advirtió que sus ataques a la organización paramilitar "continuarán y se intensificarán".

El partido musulmán reivindicó su responsabilidad por la agresión, por la cual resultaron heridas cuatro personas, y aseguró que los proyectiles se dirigían a un complejo militar industrial de Rafael, una empresa armamentística.

Asimismo, señaló que fue una "respuesta inicial a la brutal masacre" del martes y el miércoles pasado, cuando fueron detonados localizadores y walkie talkies que estaban en manos de sus integrantes.

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En este marco, el Ejército del Estado judío contraatacó y llevó a cabo bombardeos adicionales en el sur del Líbano, a la vez que adelantó sobre la continuidad e intensificación de las agresiones.

Respecto a los cohetes lanzados por Hezbollah, alcanzaron zonas cercanas a la ciudad de Haifa, en el norte de Israel, ampliando su rango a localidades que no habían sido atacadas en este conflicto.

Los medios del país gobernado por Benjamín Netanyahu reportaron que el grupo arremetió contra un aeropuerto militar situado en el Valle Jezreel e hizo las sirenas por toda la región y en varias áreas de los Altos del Golán ocupados y la Alta Galilea.

Según el servicio de emergencia Magen David Adom, cuatro personas resultaron heridas por la metralla, incluido un hombre de 76 años con lesiones moderadas, mientras que las otras tres sufrieron lastimaduras leves.

A través de un comunicado, el Ejército israelí señaló que los proyectiles fueron disparados hacia "áreas civiles" y que sus sistemas defensivos "están desplegados por la zona y en alerta máxima para neutralizar amenazas". En tanto, el Comando del Frente Doméstico anunció el cierre de escuelas y restricciones a las aglomeraciones y movimientos en todas las áreas al norte de Haifa.

Previo al ataque de Hezbollah, Israel habría hecho explotar el 17 y 18 de septiembre miles de localizadores y aparatos inalámbricos dejando un saldo de 37 muertos, mientras que durante el fin de semana bombardeó Beirut y provocó el fallecimiento de al menos 45 personas, incluido el jefe de operaciones militares del grupo terrorista.