Al menos 30 personas murieron, 17 resultaron heridas y 24 están desaparecidas producto de una explosión dentro de una mina de carbón ubicada en la provincia iraní de Jorasán del Sur, a poco más de 500 kilómetros de Teherán. Frente al brutal accidente, las autoridades pusieron a disposición del operativo de salvataje a 40 grupos equipados con 100 rescatistas, dos colectivos y 13 ambulancias. 

El incidente sucedió en una instalación que pertenece a la compañía Madanjoo, en el condado de Tabas, en la noche del sábado, luego de un incremento de gas metano en uno de los túneles de la mina ubicada a 540 kilómetros al sureste de la ciudad de la capital del país.

El problema se centra en los bloques B y C del complejo, según informaron medios estatales iraníes. En el primero de ellos, la operación de rescate concluyó: de los 47 trabajadores que se encontraban ahí, 30 murieron y 17 resultaron heridos. En tanto, las autoridades agregaron que se continuaba con la asistencia en el bloque C, donde la densidad del metano era alta y llevaba más tiempo.

El director general del cuartel provincial de control de crisis, Mohammad-Ali Akhoundi, confirmó que al momento del estallido había 69 mineros trabajando en el lugar. "Diecisiete personas heridas fueron trasladadas al hospital y 24 siguen desaparecidas", fue la última información emitida este domingo por el jefe de la Media Luna Roja. 

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El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, que se preparaba para viajar a los Estados Unidos para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, pidió que se hicieran todos los esfuerzos para rescatar a las personas atrapadas y ayudar a los familiares de las víctimas. "Hablé con los ministros y haremos todo lo posible para dar seguimiento a la situación", expresó en cadena televisiva. 

Por otra parte, el ministro del Interior, Eskandar Momeni, ordenó al gobernador de Jorasán del Sur, Javad Ghenaat, aprovechar todas las instalaciones y recursos disponibles de la provincia para acelerar las operaciones de rescate. 

La mina en cuestión ocupa una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados y contiene grandes reservas de carbón coquizable y térmico. Además, la zona afectada es considerada "la mayor y más rica zona de carbón del país". 

Actualmente Irán consume unos 3,5 millones de toneladas de carbón y extrae 1,8 millones de toneladas de sus minas al año.