Veinticuatro horas después de la explosión simultánea de cientos de localizadores en manos de integrantes de Hezbollah en Líbano y Siria, decenas de nuevas detonaciones de "walkie talkies", también en poder de ese grupo terrorista, se produjeron en los suburbios de Beirut. Hay al menos 14 muertos y450 heridos.

Según el ministerio de Salud Pública, al menos 450 personas resultaron heridas por esta nueva oleada de explosiones de sus dispositivos electrónicos en el sur de la capital de ese país.

En este contexto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, indicó que se trata de una "nueva era" en la contienda bélica ante Hezbollah. "Ya lo dije, devolveremos a los residentes del norte de manera segura a sus hogares, y esto es exactamente lo que haremos", sumó.

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Muchas de esas detonaciones, indicó la Agencia Nacional de Noticias del Líbano, se produjeron en momentos en que se llevaban a cabo los funerales de algunas de las víctimas de los ataques perpetrados el martes, que tanto el Gobierno de Líbano como el grupo terrorista atribuyó a Israel, que no se expresó hasta el momento. 

De acuerdo a la agencia de noticias francesa AFP, también se produjeron explosiones de dispositivos electrónicos en las ciudades de Sidón y Baalbek, al sur y al este del país, respectivamente.

Tras estos nuevos ataques, Hezbollah emitió un comunicado en el que se atribuyó el lanzamiento de proyectiles al norte de Israel, que hasta el momento no ha reportado víctimas.

"Los combatientes de la Resistencia Islámica bombardearon los búnkeres de artillería del enemigo israelí en Neve Ziv con una andanada de cohetes", destacó el grupo paramilitar musulmán chií libanés.​​

Irán calificó como un "acto terrorista y un asesinato en masa" lo acontecido el martes. "La operación terrorista en el Líbano se llevó a cabo como una continuación de las operaciones combinadas del régimen sionista (Israel) y sus agentes mercenarios, y es contraria a todos los principios morales y humanitarios, al derecho internacional, y está sujeto a procesamiento, juicio y castigo penal internacional", apuntó el portavoz del ministerio de Exteriores de ese país, Naser Kananí

Horas más tarde, el presidente de ese país, Masud Pezeshkian, apuntó contra los aliados de Israel en sus redes sociales: "Este incidente ha demostrado de nuevo que si bien los países occidentales y Estados Unidos en particular dicen buscar un alto el fuego, en la práctica apoyan de lleno los crímenes del régimen sionista". 

Entre los heridos se encuentra el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, que según los medios locales sufrió lesiones "en la mano y en la cara". 

Los ataques de martes y miércoles se produjeron días después de que el Gobierno de Benjamin Netanyahu endureciera su discurso contra Hezbollah, planteando incluso la posibilidad de llevar a cabo un guerra abierta contra el movimiento islamista.