El grupo terrorista Hezbollah amenazó a Israel tras la explosión simultánea de cientos de localizadores en Líbano y Siria, que dejó un saldo de al menos 12 muertos y más de 2.800 de heridos, según el último reporte. 

Este miércoles, el grupo armado remarcó en un comunicado que, pese al ataque, continuará apoyando a los terroristas de Hamas en la Franja de Gaza. Además, anticipó que la "masacre" tendrá un "duro castigo" y una "rendición de cuentas específica". 

En el mismo sentido, Irán calificó como un "acto terrorista y un asesinato en masa" lo acontecido el martes. "La operación terrorista en el Líbano se llevó a cabo como una continuación de las operaciones combinadas del régimen sionista (Israel) y sus agentes mercenarios, y es contraria a todos los principios morales y humanitarios, al derecho internacional, y está sujeto a procesamiento, juicio y castigo penal internacional", apuntó el portavoz del ministerio de Exteriores de ese país, Naser Kananí

Horas más tarde, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, apuntó contra los aliados de Israel en sus redes sociales: "Este incidente ha demostrado de nuevo que si bien los países occidentales y Estados Unidos en particular dicen buscar un alto el fuego, en la práctica apoyan de lleno los crímenes del régimen sionista". 

Entre los heridos se encuentra el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, que según los medios locales sufrió lesiones "en la mano y en la cara". 

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"El ataque simultáneo a miles de personas, ya sean civiles o miembros armados, sin saber quién estaba en posesión de los aparatos atacados, dónde se encontraban o en qué entorno estaban en el momento del ataque, constituye una violación del derecho internacional de los derechos humanos, y en la medida en que es aplicable, del derecho internacional humanitario", sostuvo el alto comisionado de Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Volker Türk

En las primeras horas del miércoles, la compañía taiwanesa Gold Apollo admitió haber autorizado el uso de su marca en los localizadores que explotaron en la operación contra Hezbollah y que fue atribuida a Israel, aunque fueron fabricados por otra empresa con sede en Budapest. 

Frente a este panorama, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, viajó a El Cairo para reunirse con el Gobierno egipcio con la firma intención de negociar una tregua en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes que aún permanecen cautivos en el enclave palestino, tras la incursión de Hamas en Israel de octubre de 2023.

El martes, al menos 12 personas murieron y unas 2.800 resultaron heridas -muchas de ellas de gravedad-, a raíz de la explosión en cadena en varios puntos del Líbano y Siria de localizadores electrónicos en manos de integrantes de Hezbollah.

Según señalaron un alto funcionario de inteligencia militar y otro de la asociación terrorista citados por la agencia de noticias Reuters, los dispositivos de comunicación inalámbrica, conocidos como "beepers", fueron detonados. El segundo de ellos indicó que se creía que el estallido habría sido producto de un hackeo israelí.