En un hecho que no registra precedentes, el departamento uruguayo de Maldonado dio comienzo este miércoles al primer realojo colectivo de casi 400 familias residentes en el icónico asentamiento Kennedy, el más antiguo de Punta del Este, en un proyecto que no solo busca reubicar a los vecinos, sino mejorarles la calidad de vida. El acto formal contó con la presencia del presidente del país, Luis Lacalle Pou, quien destacó la labor del intendente Enrique Antía para llevar a cabo esta iniciativa.

"El asentamiento Kennedy, como otros, fue fruto de gente que vio una luz en el departamento de Maldonado para sostenerse. Obviamente, cuando bajaba el número de construcciones, a veces la gente ya se había mudado, ya no volvía a su lugar de origen. Esta situación requirió que una Intendencia, que tiene otros fines primarios, tuviera que invertir y que entender que casi era una obligación, no legal, pero sí moral, ayudar a que esta gente viviera de mejor manera", resaltó el mandatario.

En ese sentido, reconoció a "Antía, y en él a todo su equipo, por hacer bien las cosas y ser ejemplo" de proactividad y buena administración.

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Al encabezar el acto del que constituye el realojo colectivo más grande del país, Antía remarcó que a este objetivo se llegó "después de un gran trabajo en equipo" y recordó que en su programa de gobierno siempre estuvo en la agenda la erradicación de los asentamientos.

Señaló que cuando asumió su primera gestión, en 2000, había en Maldonado 3.000 familias (unas 15.000 personas) viviendo en condiciones indignas, por lo que su premisa fue "encarar el tema asentamientos, porque no era posible pensar un departamento que apostaba al desarrollo sin equilibrio social".

En esa línea, puntualizó que en su primer período al frente del departamento logró la reubicación de unas 1.250 familias.

El intendente de Maldonado comparte la alegría de los vecinos reubicados.
El intendente de Maldonado comparte la alegría de los vecinos reubicados.

El intendente agregó que para resolver el tema asentamientos era necesaria "una política de Estado en serio" y aseguró que por ello convocó a todos los partidos políticos.

Fue así que en 2015 se logró el respaldo para expropiar tierras para el nuevo barrio. Para completar el proceso, Antía dijo que fue a ver al Gobierno nacional y le llevó una propuesta de financiamiento, pidiéndole la garantía soberana con créditos internacionales. 

"La garantía se firmó en 2022 y estamos empezando 2024", aseveró el jefe comunal antes de precisar que el total de inversión en el realojo es de USD 55 millones, obtenidos con préstamos de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, y del Banco República (BROU).

El realojo fue posible gracias a "un pienso y un corazón", sintetizó Antía.

Emocionados, los vecinos agradecieron la oportunidad de contar con una vivienda digna.
Emocionados, los vecinos agradecieron la oportunidad de contar con una vivienda digna.

"Recibir una vivienda digna fue lo más grande que me pasó en la vida", aseguró uno de los vecinos que recibió su casa en el nuevo barrio Kennedy, que se identificó como Nelson Espino, quien agradeció al intendente por "comportarse como un caballero" y valoró el hecho de que ahora las familias podrán criar a los niños "en buenas condiciones de higiene y salud".

Reconoció que durante mucho tiempo vivió en un lugar en el que no fue dueño de la tierra y opinó que algunas personas que no quisieron firmar la reubicación "están equivocadas".

Paola, madre soltera de 6 hijos y otra de las vecinas que fue realojada en el nuevo barrio, dijo no tener palabras para agradecer la oportunidad de contar con una vivienda digna.

"Fue una alegría tremenda poder mudarnos", sostuvo antes de considerar "muy gratificante llegar a una vivienda que no tenga goteras, en la que se puedan adquirir cosas sabiendo que no se van a romper y en la que los niños puedan estar en un espacio seco".

"Nos entregaron una hermosa casa, igual que todo el barrio", calificó otro de los vecinos con nuevo hogar, el colombiano Said Díaz Contreras, quien recordó que vivió 8 años y "en condiciones muy precarias" en el viejo asentamiento Kennedy.