Después de 10 días de internación por una bronquitis que derivó en una neumonía bilateral y que hace 48 horas le provocó una crisis asmática, el Vaticano informó que "las condiciones clínicas críticas" del papa Francisco demuestran una ligera mejoría". 

"Incluso hoy no hubo episodios de ataques respiratorios asmáticos y algunas pruebas de laboratorio han mejorado", agregaron en el parte médico vespertino de este lunes, a la vez que resaltaron que la insuficiencia renal que le detectaron "no es preocupante".

En el comunicado difundido a la mañana, la Oficina de Prensa del Vaticano había manifestado que el Sumo Pontífice había "transcurrido bien" la noche. "Durmió y está descansando", sostuvieron.

Así el Papa, de 88 años, permanece en condición reservada en el Hospital Gemelli de Roma, debido a la complicación pulmonar y el cuadro general derivado.

Según las precisiones brindadas, recibe oxígeno de alto flujo de manera constante, presenta una leve insuficiencia renal inicial -actualmente controlada- y evolución favorable en los niveles de anemia. Por otra parte, mostró estabilidad de la trombocitopenia (disminución de plaquetas) gracias a las transfusiones de sangre recibidas.

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No obstante, registró ciertas complicaciones recientes, ya que el pasado sábado sufrió un ataque asmático prolongado, junto con las complicaciones hematológicas.

Debido a la situación general, los especialistas recomiendan prudencia respecto del pronóstico de la máxima autoridad de la Iglesia católica.

El equipo médico del Vaticano llamó a la cautela por "la complejidad del cuadro clínico y el tiempo necesario para la acción efectiva de los tratamientos".

Por su parte, Fabrizio Pregliasco, virólogo externo citado por el diario italiano La Stampa, había señalado que "la situación se volvió más preocupante". "La edad del Santo Padre y problemas anteriores, como su bronquitis asmática, complican considerablemente el panorama", puntualizó.

En este contexto, fieles católicos de todo el mundo -desde Roma hasta Argentina, pasando por Irak- organizaron oraciones para pedir por la salud del Papa.

En un mensaje divulgado este último domingo desde fuentes vaticanas, él mismo transmitió optimismo y tranquilidad, además de reiterar "recen por mí": "Continúo con confianza mi hospitalización, cumplo con los tratamientos indicados y recuerdo que el descanso también es parte de la terapia".