La decisión del ecuatoriano Rafael Correa, en una jugada "a lo CFK", de ir como candidato a vicepresidente de un aspirante "ignoto" a la presidencia en las próximas elecciones en su país, vuelve a confirmar el protagonismo político que mantienen los expresidentes en la región.

Correa abandonó el poder con una importante popularidad y designó a su sucesor, Lenin Moreno, al frente del gobierno. Sin embargo, en un lapso muy breve de tiempo, su antiguo aliado rompió relaciones y avanzó en una persecución contra "el correismo".

Ahora, con esta nueva jugada, el exjefe de estado apuesta a poder recuperar su capital político.

Cristina

Sin embargo, este no es un hecho aislado a nivel latinoamericano. Sin ir más lejos, la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner tranquilamente puede ser considerada la inspiradora de la movida de su amigo Rafael.

Cristina, Macri, Lula, Correa y Uribe: los ex que no se retiran (a la fuerza)

Luego de dejar el poder y ante una fuerte ofensiva del macrismo y la Justicia federal sobre su figura, la actual presidenta del Senado supo reinventarse al promover a Alberto Fernández como cabeza de fórmula y así consagrar el triunfo electoral, primero en las PASO y, luego, en las generales.

Lula

El histórico dirigente del Partido de los Trabajadores, Luiz Ignacio Lula da Silva, también mantiene un liderazgo prácticamente que no tiene disputas hoy en el campo opositor brasilero.

Tras su detención y proscripción como candidato, el antiguo obrero metalúrgico logró la libertad y hoy opera como el principal armador de un frente electoral para ganarle a Bolsonaro.

Además, sigue siendo una referencia regional con respaldo como mostró el reciente encuentro virtual con el presidente argentino.

Macri y Uribe

La centralidad política de los exmandatarios regionales no es, sin embargo, un patrimonio exclusivo de las fuerzas "populistas". Por el contrario, los expresidentes de Argentina y Colombia son también activos articuladores de la política de sus países y a nivel latinoamericano. A cada cual, a su vez, le toca sufrir las mismas tensiones que sus adversarios cuando abandonaron el poder.

Es lo que acaba de sufrir Alvaro Uribe, quien después de casi dos décadas de virtual hegemonía, fue detenido bajo arresto domiciliario por orden de la Corte Suprema de Justicia.

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En tanto, Mauricio Macri atiende también su frente judicial y la interna de su alianza mientras ocupa el rol institucional como presidente en la Fundación FIFA.