A menos de un mes del estreno de Oppenheimer, el film de Christopher Nolan que narra la vida del considerado “padre de la bomba atómica”, este 6 de agosto se cumplen 78 años del bombardeo a la ciudad japonesa de Hiroshima que cambió la historia de la guerra en el mundo.

Este ataque, ordenado por el presidente estadounidense Harry Truman en 1945 en el marco de la Segunda Guerra Mundial, dejó un saldo de alrededor de 166.000 muertos. Tres días después, el 9 de agosto, Estados Unidos realizó un nuevo ataque nuclear sobre Japón, esta vez a la ciudad de Nagasaki, donde murieron unas 74.000 personas.

En el marco del aniversario, este domingo se realizó en Hiroshima una ceremonia de conmemoración, donde el primer ministro japonés, Fumio Kishida, expresó su rechazo a las amenazas nucleares de Rusia.

“Japón, como única nación que ha sufrido bombardeos atómicos en la guerra, continuará los esfuerzos por un mundo libre de armas nucleares”, aseguró el mandatario, según informó la agencia de noticias AFP.

“El camino para lograrlo se está volviendo cada vez más difícil por las profundas divisiones en la comunidad internacional acerca del desarme nuclear y por la amenaza nuclear de Rusia”, lamentó Kishida.

El mandatario remarcó, en este sentido, la necesidad de “recuperar el impulso internacional hacia la consecución de un mundo libre de armas nucleares”, e insistió en que la “devastación en Hiroshima y Nagasaki (…) jamás puede repetirse”.

El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, expresó por su parte que “los líderes de todo el mundo deben enfrentar la realidad de que las amenazas nucleares que ahora expresan ciertos hacedores de políticas revelan la locura de la teoría de la disuasión nuclear”.

“Deben tomar medidas concretas de inmediato para llevarnos del presente peligroso hacia nuestro mundo ideal”, agregó Matsui.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, también realizó críticas a través de un comunicado por el aniversario del bombardeo: “Algunos países están blandiendo de manera imprudente el sable nuclear nuevamente, amenazando con usar estas herramientas de aniquilación”.

“De cara a estas amenazas, la comunidad global debe hablar al unísono. Cualquier uso de armas nucleares es inaceptable”, expresó Guterres.

La actividad conmemorativa en Hiroshima contó con la presencia de miles de personas, entre las que se encontraban sobrevivientes, familiares de víctimas y autoridades de 111 países. Allí, realizaron una oración por quienes murieron y por aquellas personas que resultaron heridas, además de pedir por la paz mundial.

A las 8:15 hora local, hora en la que hace casi ocho décadas se lanzó la bomba nuclear sobre Hiroshima, los participantes realizaron un momento de silencio.